Nadie sabe qué son ni de dónde vienen, pero una especie de bolas de espuma amarilla llevan invadiendo las costas del norte de Francia desde hace casi 10 días. Las primeras llegaron a Pas-de-Calis el viernes 17 y desde ese día cada marea trae nuevos de estos ‘invitados’ a las playas galas.
Los voluntarios tratan de limpiar los arenales cada día, pero ya están afectados entre 30 y 50 kilómetros de playas muy turísticas como Hardelot, Berck, Le Portel, Équihen-Plage, ;a Slack, Wimereux, Boulogne-sur-Mer, Stella, Ambleteuse o Le Touquet.
De momento poco se conoce sobre su origen y composición. Los bomberos ya han tomado muestras, pero más allá de la presencia de parafina, poco se ha logrado saber acerca de estas formas amarillas, grasientas y sin olor que traen cada marea.
Si bien las autoridades han mantenidos los arenales abiertos y aseguran que estas formas no son tóxicas ni para las personas ni para la flora y fauna locales, varias organizaciones ecologistas ya han expresado sus reservas. En este sentido, han solicitado a la gente no manipular estas bolas.
Una de las hipótesis que se maneja es que se trate de un vertido de uno de los más de 400 buques comerciales que cada día pasan por la vía marítima cercana a estas playas, pero no hay nada confirmado.