(PD).- Las importaciones de mobiliario y los viajes internacionales ha propiciado que proliferen en España algunas plagas como las de las chinches, que se consideraban prácticamente extinguidas.
Según un estudio de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), la proliferación de estos insectos ha motivado que se incrementen entre un 10 y un 20 por ciento la demanda de los servicios destinados a erradicarla,
La plaga, que se creía casi extinguida, está aumentando en todas las comunidades autónomas, pero su crecimiento ha sido «notorio» en la comunidad canaria y la zona del Mediterráneo, donde los servicios prestados por las empresas de control de plagas han aumentado un 90 y 50 por ciento, respectivamente.
La directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, ha explicado a EFE que el incremento se registró primero en el Camino de Santiago y la Costa del Sol y las empresas de hospedaje han sido «particularmente vulnerables» a la infestación.
De hecho, la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago acordó el pasado diciembre crear un protocolo con normas preventivas de limpieza para luchar contra la presencia de chinches en los albergues de la ruta jacobea.
Fernández ha apuntado como factores de esta propagación la globalización, tanto de pasajeros que se mueven de unos países a otros y que pueden llevar en sus maletas artículos o ropa infectadas, como de mobiliario que se adquiere en el extranjero y que viene contaminado.
El informe elaborado a partir de un cuestionario enviado a los 290 empresas miembro de la asociación apunta como principales causas de infestación el equipaje, los colchones y la ropa de cama.
Para evitarlo, Fernández ha aconsejado no importar productos sin que pasen previamente una cuarentena, sacudir la ropa antes de preparar la maleta y emprender el viaje de regreso, o deshacerse de colchones o ropas de cama.
«El personal de los hoteles debe ser capaz de detectar los rastros de chinches», ha apuntado Fernández, que ha propuesto además como medidas higiénico-sanitarias colocar las sabanas de una habitación en una bolsa separada y lavarla a temperaturas muy elevadas.
Según ANECPLA, los hoteles de 4 y 5 estrellas son los que más solicitan el control de esta especie, pero «no quiere decir que sea ahí donde haya más problemas de chinches», ha apostillado Fernández.
A su juicio, «lo que sí sucede es que el cliente es más exigente, se detecta antes y se requiere el servicio de los profesionales, algo que no produce en otros establecimientos».
Debido a la afluencia de viajeros, Fernández ha considerado que no «siempre es posible evitar la introducción de estos parásitos», por lo que ha señalado la prevención y la ayuda profesional como «el método más eficaz».
Colchones, mesillas de noche y molduras son los lugares de residencia más frecuentes para estos insectos de actividad nocturna que, al alimentarse de sangre preferentemente humana, suelen esconderse cerca de las zonas de descanso.
Aunque las chinches no transmiten ninguna enfermedad, sus picaduras «indoloras e imperceptibles» son causa importante de irritación cutánea, riesgo de infecciones secundarias, incomodidad e insomnio.
Además, pueden ser una pesadilla para quienes las padecen en sus casas, pues se reproducen con mucha facilidad y viajan entre viviendas a través de grietas en las paredes.
