NUEVOS FÁRMACOS REVOLUCIONAN EL CONTROL DE PESO

Ozempic vs Mounjaro: la batalla de los ‘milagrosos’ adelgazantes GLP-1 llega a España

Precio y acceso en España: ¿quién puede permitírselo?

Semaglutide vs Ozempic vs Mounjaro vs Wegovy
Semaglutide vs Ozempic vs Mounjaro vs Wegovy. PD

Al final, perder peso ya no es solo cuestión de fuerza de voluntad, pero tampoco se trata de dejarlo todo en manos de la biotecnología.

La ciencia sigue buscando el equilibrio perfecto entre eficacia, seguridad, accesibilidad y, por supuesto, un toque de sentido común.

A día de hoy, 28 de agosto de 2025, las farmacias españolas están viviendo una auténtica fiebre por los llamados adelgazantes GLP-1.

Hay varios Semaglutide y Wegovy, son dos de ellos. Pero Ozempic y Mounjaro son a día de hoy los protagonistas indiscutibles.

Estos medicamentos, originalmente diseñados para el control de la diabetes tipo 2, han saltado a la fama por su capacidad para ayudar a perder peso de manera significativa.

Pero, ¿qué hay realmente detrás de esta revolución?

¿Son tan eficaces como prometen?

¿Qué riesgos entrañan y cuánto cuestan realmente en España?

¿Cómo funcionan los GLP-1 y en qué se diferencian Ozempic y Mounjaro?

Ambos medicamentos pertenecen a la familia de los agonistas del receptor GLP-1, una hormona que se libera en el intestino tras las comidas y que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y la sensación de saciedad. Ozempic contiene semaglutida, mientras que Mounjaro incorpora tirzepatida, que además de actuar sobre el receptor GLP-1, también lo hace sobre el GIP, otra hormona clave en el metabolismo energético. Esta doble acción de Mounjaro le otorga, según los estudios clínicos, una mayor eficacia para la pérdida de peso.

¿Cuál es más eficaz para perder peso?

  • Los ensayos clínicos apuntan a que Mounjaro logra una mayor reducción de peso en promedio frente a Ozempic, especialmente en personas con obesidad o sobrepeso relevante.
  • En usuarios de Mounjaro se han registrado pérdidas de peso superiores al 20% del peso corporal inicial en algunos casos, mientras que Ozempic suele situarse en rangos de entre el 10% y el 15%.
  • La eficacia puede variar en función de la dosis, la adherencia al tratamiento y las características individuales del paciente, por lo que la supervisión médica es imprescindible.

Beneficios más allá del peso

  • Ambos medicamentos han demostrado reducir el riesgo de eventos cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares, en personas con diabetes tipo 2 y alto riesgo cardíaco.
  • Estudios recientes exploran posibles beneficios en otras áreas, como la reducción del consumo de alcohol, la mejora de la apnea del sueño e incluso la prevención del Alzheimer.

Riesgos, efectos secundarios y seguridad

Como todo tratamiento médico, los adelgazantes GLP-1 no están exentos de riesgos. La mayoría de los efectos secundarios son gastrointestinales y tienden a aparecer al inicio o al aumentar la dosis.

Efectos secundarios frecuentes

  • Náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y dolor abdominal son los más habituales, presentes en ambos fármacos.
  • Algunos pacientes reportan una reducción excesiva del apetito o sensación constante de saciedad, que puede ser molesta.
  • En casos raros, pueden aparecer cálculos biliares, colecistitis o pancreatitis, especialmente si la pérdida de peso es muy rápida.
  • Se han registrado episodios de hipoglucemia (bajada de azúcar) en personas no diabéticas, sobre todo con Mounjaro, así como mareos o temblores.
  • Riesgos poco frecuentes pero graves incluyen insuficiencia cardíaca, reacciones alérgicas graves y, en muy raras ocasiones, ideación suicida o trastornos oculares.
  • Aunque ambos comparten un perfil similar, los estudios señalan que Mounjaro podría causar menos náuseas y vómitos que Ozempic, aunque depende de la dosis y la sensibilidad individual.
  • La clave está en iniciar el tratamiento con dosis bajas y aumentarlas gradualmente bajo control médico, para minimizar las molestias iniciales.

El precio es, para muchos, el gran escollo. En España, ni Ozempic ni Mounjaro están financiados por la Seguridad Social para la pérdida de peso en personas no diabéticas, salvo casos muy concretos bajo prescripción médica. El coste mensual oscila entre los 120 y los 300 euros, dependiendo de la dosis y el punto de venta. Esto supone una inversión considerable para la mayoría de los bolsillos y plantea un debate sobre el acceso equitativo a estos tratamientos revolucionarios.

Nutrición, dieta y bienestar personal: ¿todo es cuestión de la inyección?

El auge de estos fármacos ha generado un intenso debate sobre el papel de la nutrición y los hábitos saludables. Los especialistas insisten en que ningún medicamento sustituye una alimentación equilibrada y la actividad física regular. De hecho, el éxito a largo plazo de Ozempic y Mounjaro depende en gran medida de acompañarlos con cambios sostenidos en el estilo de vida.

  • Seguir una dieta rica en proteínas, fibra y alimentos frescos ayuda a reducir las molestias gastrointestinales y a mantener la masa muscular durante la pérdida de peso.
  • La hidratación y el control del estrés son aliados fundamentales para mejorar la tolerancia al tratamiento.
  • El apoyo psicológico y el seguimiento médico son claves para prevenir recaídas y gestionar las expectativas.

Curiosidades de laboratorio

La historia de los GLP-1 está repleta de hallazgos insospechados y alguna que otra anécdota digna de película de sobremesa:

  • El descubrimiento de la semaglutida y la tirzepatida partió de estudios sobre la saliva de ciertos reptiles, cuya hormona análoga al GLP-1 inspiró el diseño de estos medicamentos. Quién diría que el monstruo de Gila, un lagarto venenoso, sería indirectamente responsable de la moda del “pinchazo milagroso”.
  • En ensayos clínicos, algunos participantes notaron que, además de perder peso, disminuía su afición por el alcohol o el tabaco, lo que ha abierto nuevas líneas de investigación para tratar adicciones.
  • La demanda de estos fármacos ha llegado a provocar desabastecimientos puntuales en farmacias de medio mundo, con listas de espera más largas que las de la última novela de Ken Follett.
  • En algunos foros y redes sociales circula la leyenda urbana de que las celebridades de Hollywood han contribuido a disparar la popularidad (y el precio) de estos medicamentos, aunque los médicos advierten de los peligros de usarlos sin supervisión profesional.
  • Y para los amantes de la estadística: en los ensayos más recientes, la proporción de pacientes que logran perder más del 15% de su peso con Mounjaro supera el 50%, cifras impensables hace apenas una década.

 

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