Bráckets: precio, tipos y alternativas

Bráckets
Bráckets

La salud bucodental es uno de los aspectos sanitarios que más preocupa y afecta a los ciudadanos españoles, aunque sus altos costos no siempre permiten a los usuarios mantener la continuidad deseada. Además, las consultad odontológicas patrocinadas por la Seguridad Social ofrecen un abanico de posibilidades en ocasiones muy exiguo, limitando sus actuaciones a prácticas básicas como el diagnóstico y la extracción en la mayoría de los casos. Sin embargo, son muchas más las afecciones que afloran en nuestras bocas y dentaduras y que no es posible solventar a través de la sanidad pública, no habiendo más remedio que recurrir a las clínicas privadas.

Uno de los motivos más recurrentes por los que los ciudadanos acuden a las clínicas de odontología es la dentadura desalineada, que afecta más del 50 % de la población. Especialmente en las etapas de la infancia y la adolescencia es frecuente encontrar a los jóvenes con todos esos chismes de los bráckets en la dentadura, lamentándose por tener que llevarlos. Quizá si realmente supieran cuánto cuesta esa pequeña estructura presumirían de ella como de sus teléfonos móviles. Ahora bien, ¿qué precio tienen los bráckets?

Tipos posibles

Actualmente recurrir a una prótesis como esta para enderezar y alinear la dentadura no cuesta menos de 2.000 €, siempre y cuando nuestra intervención sea menor y no requiera de un periodo más prolongado de lo debido y de algunos dispositivos bucales especiales. Por otro lado, existen varios tipos de bráckets, por lo que también las variaciones de precio estarán sujetas al formato recomendado por el dentista para tratar la afección. Es cierto que el paciente tiene la opción de elegir cuál desea para su boca, aunque la tendencia general es hacer caso de la elección del doctor.

¿Cuáles son entonces estas posibilidades?

Bráckets metálicos

Sin duda se trata de la alternativa más convencional. De hecho, durante un periodo de tiempo fue la única posible. Aunque es el menos evolucionado de los formatos, su precio es el más asequible, de ahí que siga teniendo éxito entre los usuarios. Una inversión de 2.000 € puede ser suficiente para cubrir el tratamiento al completo y garantizar el resultado final.

Bráckets autoligables

A priori podría parecer que se tratan de los mismos que los anteriores, y de hecho son prácticamente idénticos. Sin embargo, su diseño permite evitar las gomas que sí aparecen en los primeros, ya que el arco se fija directamente. Gracias a esta innovación no es necesario acudir con tanta frecuencia a las revisiones del dentista, así que también cuentan con esta ventaja. No obstante, estas comodidades son las responsables de su coste más elevado, que puede oscilar entre los 3.000 y los 5.000 € en función de cada paciente.

Bráckets de cerámica

También se les llama por su diseño bráckets transparentes. Actualmente suponen la versión más recurrida de los bráckets convencionales, ya que permite lucir la dentadura con algo más de disimulo. Sus usuarios son en su mayoría adultos, aunque también los adolescentes son tendentes a llevarlos. Como los autoligables, entre 3.000 y 5.000 € ronda la cifra de inversión necesaria para colocarnos uno de estos.

Bráckets linguales

Si lo que realmente buscamos es que el dispositivo no se vea de ninguna de las maneras, entonces los bráckets linguales son la mejor opción, ya que se colocan en el dorso interior de la dentadura, haciéndolo así casi imperceptible desde la mayoría de perspectivas. Además, cuenta con la ventaja de evitar las heridas en las paredes interiores de las mejillas por el roce con el metal, lo mismo que para los músicos supone un gran avance que evita el sangrado de los labios al apoyar la boquilla y presionando la carne contra los alambres.

Su precio, como es evidente, es superior a los tipos anteriores, pudiendo alcanzar los 7.000 € en los casos más graves. Aun así, con 3.500 € de media debería bastar para poder hacerse con ellos.

La gran revolución

A pesar de las innovaciones en el diseño de los bráckets, ninguna consigue superar al nuevo formato que ha conseguido cautivas a más de la mitad de pacientes que quieren alinearse los dientes. Se trata de la ortodoncia invisible DR SMILE, una especie de funda hecha a medida por nuestro dentista de confianza con la que paulatinamente nuestra dentadura va corrigiendo todos los defectos que tiene.

Gracias a su funcionamiento no es necesario estar constantemente recurriendo a las visitas a la clínica. Basta con cambiarse las fundas en los momentos indicados por los doctores y el efecto será el deseado. Por supuesto, contaremos con la ayuda del dentista cuando lo necesitemos, pero puede bastar con una consulta incluso telefónica.

Aunque pueda parecer a priori que será más caro que las otras opciones, de hecho su tratamiento más agresivo a veces no llega a los 3.000 €, e incluso existe la opción de financiar el pago y satisfacerlo en plazos mensuales.

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Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno

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