No es la nieta de Franco la primera que se atreve a dar este salto generacional

Los ‘toy-boys’ de nuestras famosas: ellas también los prefieren jóvenes y cachas

Carmen Martínez-Bordiú y el coach neozelandés, su nuevo novio, se llevan 34 años

Los 'toy-boys' de nuestras famosas: ellas también los prefieren jóvenes y cachas
Carmen Martínez-Bordiú (66) y Timothy «Tim» McKeague (32). AC

Bimba Bosé tenía 37 años y Charlie Centa 20 cuando se cruzaron en la madrileña plaza de Colón mientras el joven practicaba skate

«Que veinte años no es nada», cantaba Carlos Gardel en su famoso tango «Volver» mientras sufría un golpe de nostalgia por su primer amor.

Ese romance que, como el verano, se idealiza, es efímero y se vive apasionadamente. Ese amor tan sempiterno como un satélite. No solo ellos, con Cayetano Martínez de Irujo (54 años) y Bárbara Mirjan (21) a la cabeza, prefieren que sus parejas sean más jóvenes.

Como explica Angie Calero en ‘ABC‘ este 15 de octubre de 2017, si las costumbres llevan a las tradiciones o al revés, produciendo un debate tan agotador como el de la gallina y el huevo, lo único cierto en los romances de hoy es que no existen barreras y lo que para otras generaciones puede resultar extraño, oscuro o turbio ahora es absolutamente normal.

La Real Academia Española no incluye el concepto de «yogurín» en su diccionario, pero no tardará en hacerlo, ya que en la jerga española lo entendemos como un joven especialmente atractivo que hace poco que dejó atrás la adolescencia. Un «toy-boy», no solo por su documento de identidad.

La diferencia de edad afecta positivamente al más longevo de la pareja, a quien le aflora una energía que pensaba que ya no tenía.

Es el caso de Carmen Martínez-Bordiú (66) y Timothy «Tim» McKeague (32), su nuevo novio neozelandés, tal y como reveló el pasado fin de semana la revista «Corazón TVE».

«Tim», como se le conoce en su círculo íntimo, es coach emocional y conoció a la hija de Carmen Franco el pasado verano en la Costa Azul. «Él me ha ayudado muchísimo en un momento muy delicado de mi vida en el que estaba muy mal», contaba Carmen, que siempre se ha sentido una mujer libre a la hora de comenzar una relación. De hecho, su novio tiene los mismos años que sus hijos, pero ella no lo nota.

Una pica en Polonia

Quien sí que lo notó fue Ana Obregón, que tuvo que difundir un comunicado a los medios de comunicación en 2008 para confirmar los rumores de su ruptura con el modelo polaco Darek, 27 años menor que ella.

Él llegó a España de la mano de la actriz e hizo fama gracias a ella. Después de un año de relación, el final de su historia se atribuyó a sus diferentes ritmos de vida, que hacían complicada la estabilidad de la pareja. Al poco tiempo, Obregón contó en «El Programa de Ana Rosa Quintana» que Darek llevaba «una doble vida» con otra mujer que veraneaba en Ibiza.

Tras poner picas en Nueva Zelanda y Polonia, llegaba el turno de Holanda, que lo conquistaba otra asidua a nuestro papel cuché. En 2014 Carmen Lomana conquistó a un joven violinista que rondaba los cuarenta: Edmond Fokker Van Crayestein.

La distancia entre sus fechas de nacimiento no supuso ningún impedimento para su relación, sí lo fue el alejamiento físico, ya que ambos estaban asentados en sus respectivos países.

Sin duda, el más yogurín de todos fue el músico Álvaro Naive (27), el bajista del grupo Trajano.

Asiduo a los bares de moda del madrileño barrio de Malasaña (ejercía en aquel momento como pinchadiscos en la Sala Maravillas), Naive mantuvo una relación durante algunos meses con la modelo Laura Ponte (44), exmujer de Beltrán Gómez-Acebo.

Aunque las razones del fin de este romance se desconocen, lo cierto es que surgió en una época en la que él no sabía dónde terminaban sus noches.

No todas las relaciones donde existen muchos años de diferencia acaban con una ruptura. De hecho, durante los últimos años también ha habido parejas que han sido todo un ejemplo de superación, entereza y amor.

Bimba Bosé tenía 37 años y Charlie Centa 20 cuando se cruzaron en la madrileña plaza de Colón mientras el joven practicaba skate.

Pese a los 17 años que les separaban, fueron una de las parejas más solidas que se ha visto en los últimos años. Él fue el gran apoyo de Bimba durante los últimos años de su vida y su mayor alegría cuando se enfrentó a un cáncer de mama y más tarde a una metástasis de huesos. En este caso, el amor venció a todo lo demás.

No hay que olvidar a Alfonso Diez, que insufló vitalidad a Doña Cayetana de Alba. Otra mujer que seguro fue un ejemplo para todas las anteriores en cuestiones de amor y por lo alejada que estuvo siempre de los prejuicios.

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