La pobres mujer ha comenzado a poner dinero en una "jarra de insultos"
Su marido, un maestro retirado, no sabe dónde meterse. Hombre de buenas costumbres donde los haya a decir de sus vecinos, lleva meses oyendo a su esposa proferir unos terribles tacos que parece que no vienen a cuento, pero que tienen una triste causa: la mujer sufrió un infarto cerebral.
Pat Preston, una abuela y empleada bancaria retirada del Reino Unido, no para en todo el día de insultar además a todo el que se le cruza en su camino, incluidas sus dos nietas pequeñas, a quienes dedica cada dos por tres frases que las dejan cuando menos atónitas: «¡Sois unas putitas las dos!».
MEDIDAS
Para lidiar con su problema, según da cuenta ‘Daily Mail‘, la mujer ha comenzado a poner dinero en una «jarra de insultos», además de asistir a sesiones de terapia psicológica.
A pesar de su problema de salud (y de insultos) Pat ve con optimismo su situación y considera estar ya al 75% de sus capacidades.