Salud

Escuchar música relajante mejora tu salud

Escuchar música reduce la ansiedad, entre otras muchas ventajas

Escuchar música relajante mejora tu salud
Relajante YT

Comenzaremos este artículo mencionando los 7 grandes beneficios de la música para nuestra salud:

1. Escuchar música reduce la ansiedad

Según un estudio de la Universidad Estatal de Ohio, el hecho de escuchar sus piezas de música conocidas o favoritas reducía los niveles de ansiedad de los pacientes de la UCI. Recalco: piezas de música conocidas o favoritas. No tenían que ser un estilo de música concreto, como se suele pensar de la música clásica, sino que debían ser conocidas para los pacientes, según omicrono.

2. Escuchar música disminuye la ingesta de comida y hace que la disfrutemos más

Según un estudio publicado en Psychological Reports, el hecho de que un restaurante disponga de una iluminación tenue y música de fondo (en el caso del estudio fue jazz), provoca que comamos hasta un 18% menos, y que a su vez disfrutemos más dicha comida.

3. Escuchar música puede mejorar el estado de alerta

Por su parte, un estudio a cargo de la Universidad de Northumbria demostró que existen determinados tipos de música que nos mantienen más alerta. En el caso del estudio se hizo escuchar a una serie de voluntarios «Las Cuatro Estaciones» de Vivaldi y posteriormente se les hizo una prueba que requeria una intensa concentración. Resultó que mientras sonaba la parte más estimulante, la «primavera», los participantes tenían mejores resultados que cuando sonaba una parte más sombría como el «otoño», en la misma canción.

4. Escuchar nuestra música favorita reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular

Con tan solo escuchar durante 30 minutos al día nuestra música favorita, nuestros vasos sanguíneos lo agradecerán. Al menos a esa conclusión llegaron unos investigadores holandeses en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en 2013, ya que los pacientes que sufrían enfermedad cardíaca y hacían ejercicio mientras escuchaban música mostraron una mayor mejoría que los que no escuchaban ninguna melodía. Esto se debería a que escuchar música aumenta la producción de óxido nítrico, una sustancia que produce la dilatación de los vasos sanguíneos y por tanto mejora la circulación.

5. Cantar en grupo aumenta la felicidad

Por otra parte, si en lugar de escuchar música lo que hacemos es cantar, hacerlo en grupo es mejor. Al menos así lo afirma un grupo de investigadores británicos, los cuales estudiaron a 375 mientras cantaban en coro, solos o en un equipo deportivo. En todas las actividades destacó un aumento del bienestar emocional, pero la gente que participaba en coros reportó una felicidad mayor que los que cantaban en solitario.

6. Tocar un instrumento protege del envejecimiento cerebral

Como os comentábamos al principio del artículo, el cerebro de un músico envejece mejor. Al menos así lo afirmó un estudio publicado en Frontiers in Human Neuroscience, el cual llegó a la conclusión de que la práctica de un instrumento musical reduce los efectos del deterioro mental asociado al envejecimiento. Según la investigación llevada a cabo, los adultos mayores que habían aprendido a tocar algún instrumento musical en la infancia y que continuaron tocando al menos 10 años, superaban a los no músicos en pruebas de memoria y de capacidad cognitiva.

7. La musicoterapia ayuda a los pacientes que sufren cáncer

Aunque debo admitir que durante la carrera nunca llegué a confiar del todo en la llamada «musicoterapia» (ya que el termino me sonaba mucho a homeopatía y yo soy un gran escéptico), la verdad es que con el paso de las semanas de prácticas descubrí que tiene buena acogida y beneficios. Y por lo visto no soy el único que lo notó, pues resulta que Shawna Grissom, directora del Hospital de Investigación St. Jude Children, también afirma que la musicoterapia logra una mejor habilidad de afrontamiento y una mayor capacidad de recuperación en los pacientes adolescentes con cáncer (aunque en mi hospital la musicoterapia se ofrece a todas las edades).

Según Grissom, la musicoterapia permite a los pacientes proyectar sus sentimientos y darles una sensación de control, un modo de expresarse. Y parece que no va nada mal.

La influencia de cada uno de los elementos de la música en la mayoría de los individuos es la siguiente, aunque es imposible predecir los efectos que la música puede producir en un sujeto. Según los desarrollos del musicoterapeuta noruego Dr. Even Ruud, la vivencia musical o la respuesta significativa a la música se encuentra teñida en su totalidad por la biografía musical del oyente, es decir por su situación histórica o cultural específica. Desde esta perspectiva la vivencia que se experimenta cuando se escucha música no constituye una respuesta natural o universal de la música, sino una forma de relacionarse con la cultura, de una forma de construir una identidad personal.

Las investigaciones en psicología y antropología musicales demuestran que la música se percibe y es respondida de manera individual, o en correspondencia con ciertas normas culturales. El significado extraído de la música por cada persona, los valores atribuidos, y las acciones que surgen de su influencia, no son previsibles en el sentido etnocéntrico implícito en la mayoría de las investigaciones sobre los efectos de la música.

Tiempo: los tiempos lentos, entre 60 y 80 pulsos por minuto, suscita impresiones de dignidad, de calma, de sentimentalismo, serenidad, ternura y tristeza. Los tiempos rápidos de 100 a 150 pulsos por minuto, suscitan impresiones alegres, excitantes y vigorosas.

Ritmo: los ritmos lentos inducen a la paz y a la serenidad, y los rápidos suelen producir la activación motora y la necesidad de exteriorizar sentimientos, aunque también pueden provocar situaciones de estrés.

Armonía: Se da al sonar varios sonidos a la vez. A todo el conjunto se le llama acorde. Los acordes consonantes están asociados al equilibrio, el reposo y la alegría. Los acordes disonantes se asocian a la inquietud, el deseo, la preocupación y la agitación.

Tonalidad: los modos mayores suelen ser alegres, vivos y graciosos, provocando la extroversión de los individuos. Los modos menores presentan unas connotaciones diferentes en su expresión e influencia. Evocan el intimismo, la melancolía y el sentimentalismo, favoreciendo la introversión del individuo.

La altura: las notas agudas actúan frecuentemente sobre el sistema nervioso provocando una actitud de alerta y aumento de los reflejos. También ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio. El oído es sensible a las notas muy agudas, de forma que si son muy intensas y prolongadas pueden dañarlo e incluso provocar el descontrol del sistema nervioso. Los sonidos graves suelen producir efectos sombríos, una visión pesimista o una tranquilidad extrema.

La intensidad: es uno de los elementos de la música que influyen en el comportamiento. Así, un sonido o música tranquilizante puede irritar si el volumen es mayor que lo que la persona puede soportar.

La instrumentación: los instrumentos de cuerda suelen evocar el sentimiento por su sonoridad expresiva y penetrante. Mientras los instrumentos de viento destacan por su poder alegre y vivo, dando a las composiciones un carácter brillante, solemne, majestuoso. Los instrumentos de percusión se caracterizan por su poder rítmico, liberador y que incita a la acción y el movimiento.

    Según Vaillancourt G. el niño además de ser un ser en desarrollo es un ser creativo y musical, ya que posee su propia música que expresa como funciona como vía de acceso de los sentidos que facilita y posibilita el aprendizaje. Además de resultar muy motivador y fomentar la capacidad de creación de la persona.

    La música, puede utilizarse como material y método educativo, que además de puede implementar dentro de las terapias para mejorar o restablecer las capacidades físicas y psicológicas. Centrándonos en las personas con discapacidad, la música como terapia puede resultar realmente beneficiosa, tal y como veremos más adelante.

    Siguiendo a Lacarcel Moreno J.(1995) la aplicación de la musicoterapia constata que muchos niños han mejorado considerablemente las condiciones asociadas a su discapacidad. En términos generales los beneficios pueden considerarse:

    Aumento de la comunicación y expresión, favoreciendo el desarrollo emocional.

    Mejora de la percepción y la motricidad.

    Favorecimiento de la expresión de problemas, inquietudes, miedos, bloqueos, actuando como alivio y disminutivo de la ansiedad.

    Equilibrio psicofísico y emocional.

    Mejora de las respuestas psicofisiológicas registradas en diferentes parámetros: encefalograma, reflejo psicogalvánico, ritmo cardíaco, amplitud respiratoria.

    Mejora del rendimiento corporal. Aumento también del riego sanguíneo cerebral.

    Acercamiento a niños que por su problemática resulta más complejo: autismo, psicosis, etc.

      Por otro lado, la práctica de la ejecución musical sobre la base de un instrumento, promueve un mejor rendimiento a nivel cerebral. Las lecciones musicales activan a ambos hemisferios cerebrales, según wp. Por esta actividad, la concentración, memoria y disciplina de un estudiante se ven a duelo al ejercitarse, y este ejercicio suele mejorar la capacidad de las aptitudes mencionadas. En el momento en el que el cerebro se ve retado a dividirse en varias funciones que requieren concentración y precisión, como al tocar instrumentos ya sea piano, guitarra, violín, contrabajo, entre otros, mejora sus funciones. Estudios realizados por la Universidad de Harvard y la Universidad de California han comprobado que la práctica de instrumentos musicales hace que los dos hemisferios cerebrales formen nuevas conexiones, cuya realización produce que el cerebro tenga un mejor rendimiento en los campos de la concentración, memoria y aprendizaje. El legendario científico español de la neurociencia moderna, Santiago Ramón y Cajal, descubrió que la única actividad que hacía más conexiones en las células cerebrales era tocar el piano, ya que en este instrumento se emplea cada dedo en una tecla distinta, enfocándose cada mano en distintos ritmos y velocidades, y en adición, los pies, que también tienen una importante función al utilizarse los pedales.

      A nivel mental, también se denomina muy útil la teoría musical para facilitar el aprendizaje en otros idiomas. Características importantes de la música, como el tono, el timbre, la intensidad y el ritmo, tienen mucho que ver con las variaciones del habla de los distintos idiomas. Cada uno de estos tiene un acento distinto, y en la música descubrimos los diversos tonos, timbres, y ritmos que se podrían acoplar a los diferentes idiomas.

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