Reflexiones íntimas en Cannes y el pulso vital de una leyenda

Robert De Niro y la sombra de la ‘Parca’ a los 81 años: «Tengo miedo a la muerte, pero no me queda otra»

El mítico actor repasa su legado sin intención de retirarse

Robert de Niro
Robert de Niro. PD

La imagen de Robert De Niro en el último Festival de Cannes es la de un hombre sereno pero inquieto. El actor, leyenda viva del cine estadounidense, subió al escenario para recoger la Palma de Honor entre ovaciones, pero no fue el brillo del homenaje lo que marcó el encuentro. Fue su sinceridad, su voz grave diciendo: “Tengo miedo a la muerte, pero sé que no tengo elección”, lo que resonó entre los asistentes y en la prensa internacional.

Un mito frente al abismo

De Niro, con 81 años y una carrera inabarcable, se muestra vulnerable. No es el tipo duro que tantas veces ha interpretado, sino un hombre que reconoce abiertamente su temor ante lo inevitable. En palabras suyas: “Cuando sabes que no tienes opción, puedes empezar a pensar en cómo afrontarlo abrazando la vida”. Así lo expresó durante una charla pública junto al artista francés JR, quien prepara un documental sobre el actor y su familia.

La conversación, lejos de ser un simple repaso profesional, se transformó casi en una sesión terapéutica colectiva. De Niro fue conciso y directo —como siempre—, pero dejó momentos de reflexión sobre la memoria y el paso del tiempo. Confesó mantener intacto el estudio de pintura de su padre fallecido para que sus hijos puedan conocer ese legado artístico y personal: “Quiero mantenerlo lo más intacto posible porque quiero que mis hijos mayores sepan quién era mi padre”.

El arte como refugio y legado

El peso del pasado y la herencia familiar ha acompañado siempre a De Niro. En Cannes se proyectaron imágenes inéditas del documental aún en proceso, donde se ve al actor junto a su hijo Elliot —que tiene autismo— pintando en el estudio familiar. Este tipo de gestos refuerzan la imagen de un hombre preocupado por dejar una huella más allá del cine, preservando lo íntimo para las próximas generaciones.

De Niro insiste en que no le queda otra que aceptar la vida tal como viene: “Solo tienes que aprender a aceptar la vida, seguir adelante y aceptar todo, lo bueno y lo malo”. Una filosofía sencilla pero difícil de practicar cuando se ha vivido tanto bajo los focos.

Sin jubilación a la vista

A pesar de su edad y sus confesiones sobre la muerte, De Niro no contempla retirarse. Su calendario sigue repleto: acaba de estrenar The Alto Knights, donde interpreta a dos mafiosos históricos bajo las órdenes de Barry Levinson. Además, participa en series como Día cero para Netflix. Cuando le preguntan por la jubilación es tajante: “¿Qué haría? Tengo muchas cosas. Tengo hijos pequeños y simplemente no tengo tiempo… La jubilación significa muchas cosas para diferentes personas y yo estoy bien”.

La energía con la que encara nuevos proyectos desmiente cualquier idea de retirada. Para él, actuar es seguir avanzando día tras día; como cruzar a nado el Canal de la Mancha sin ver tierra firme ni al principio ni al final.

Diez curiosidades sobre Robert De Niro

Aprovechando este momento introspectivo del actor, merece la pena repasar algunas curiosidades menos conocidas sobre su figura:

  • Su padre, también llamado Robert De Niro, fue un pintor reconocido en Nueva York; De Niro ha preservado su estudio como homenaje.
  • Es famoso por su meticulosidad extrema: para Toro salvaje, engordó 27 kilos; para Taxi Driver, obtuvo licencia real de taxista.
  • Ha sido doblemente galardonado con el Oscar: mejor actor secundario por El padrino II y mejor actor principal por Toro salvaje.
  • Su relación con Martin Scorsese ha dado lugar a nueve películas emblemáticas.
  • Preside el Festival Tribeca desde 2002 para revitalizar Manhattan tras el 11-S.
  • Es padre de siete hijos; el menor nació cuando él tenía 79 años.
  • Acompaña activamente a su hija trans Airyn en su proceso de transición, mostrando apoyo público e incondicional.
  • Ha declarado que odia verse en pantalla porque solo detecta errores.
  • Mantuvo siempre una clara posición política progresista; ha criticado abiertamente a Donald Trump en varias ocasiones.
  • Pese a encarnar mafiosos memorables, recalca: “No soy un tipo duro, soy actor. Hay que distinguir entre el actor y el hombre”.

Más allá del mito

Durante décadas hemos visto a Robert De Niro transformarse en pantalla: desde Travis Bickle hasta Vito Corleone o Jake LaMotta. Sin embargo, fuera del cine es mucho más reservado. En Cannes apenas quiso hablar de sí mismo o sus emociones profundas. Prefiere dejarse conocer por sus actos: cuidando los recuerdos familiares, apoyando causas sociales o simplemente trabajando sin descanso.

Su miedo a la muerte no le paraliza; le impulsa a seguir adelante. Como él mismo dice: “Hay que intentar evitar la nostalgia porque puede impedir vivir el presente”. El verdadero legado de De Niro quizá sea ese pulso vital incombustible: seguir actuando cuando otros ya habrían bajado el telón.

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