La noticia ha sacudido tanto el mundo del cine como el debate social: Airyn De Niro, hija del icónico Robert De Niro y la actriz Toukie Smith, ha hecho pública su identidad como mujer transgénero a través de una entrevista sincera y emotiva. La joven, hasta ahora alejada del foco mediático, ha compartido abiertamente detalles sobre su transición y los desafíos que ha afrontado en una familia famosa pero muy protectora con la intimidad de sus hijos.
La reacción de Robert De Niro ha sido tan sencilla como contundente: “No sé cuál es el gran problema”. El actor, conocido por su carácter reservado pero también por su defensa de los derechos humanos, ha mostrado un respaldo total a Airyn, sin dramatismos ni paternalismos innecesarios. Este gesto ha sido ampliamente elogiado tanto por la comunidad LGBTQ+ como por colegas del sector cinematográfico, que ven en la actitud del actor un ejemplo de aceptación y normalización.
Airyn De Niro: historia de una búsqueda personal
Nacida en 1995 y criada en Nueva York, Airyn es una de los mellizos fruto de la relación entre De Niro y Smith, concebidos mediante fertilización in vitro y gestación subrogada. La joven siempre estuvo apartada del glamour hollywoodiense por deseo expreso de sus padres: “Me han dicho que querían que tuviera una infancia lo más normal posible”, explicó recientemente.
Durante su adolescencia, Airyn se identificó como homosexual, pero esa etiqueta nunca terminó de encajarle. En sus propias palabras: “Siempre me decían que era demasiado algo o nunca lo suficiente de algo. Era demasiado grande, no lo suficientemente delgada. No lo suficientemente negra, no lo suficientemente blanca. Demasiado femenina, no lo suficientemente masculina. Nunca me sentí perfecta tal como era”.
En noviembre de 2024, Airyn inició un tratamiento hormonal para alinear sus características físicas con su identidad de género femenina. Además, se define como persona queer, es decir, no binaria y abierta a las múltiples formas que puede adoptar la identidad. Su transición ha sido también un acto de reconciliación con su herencia racial y sus referentes afrodescendientes. Ha citado a figuras como Laverne Cox, KeKe Palmer y Naomi Campbell como fuentes de inspiración para romper moldes sobre la feminidad.
El papel del entorno familiar
Lejos del cliché del conflicto familiar ante una salida del armario pública, la historia de Airyn destaca por la comprensión dentro del núcleo familiar. Ella misma reconoce que sus padres siempre insistieron en que siguiera su propio camino, sin depender del apellido ni de los privilegios asociados al mundo del cine. A pesar de episodios dolorosos como la exposición mediática no consentida por parte de algunos tabloides —que difundieron imágenes suyas antes de que pudiera contar su historia— Airyn ha optado por dar un paso adelante y hablar en primera persona: “Estoy lista para presentarme en mis propios términos”.
De Niro, padre de siete hijos con cuatro mujeres distintas, ha construido una familia diversa y ensamblada donde los valores predominantes son el respeto y la libertad individual. Su respuesta lacónica ante la noticia —lejos de buscar titulares— refuerza esa idea: para él lo importante es el bienestar y felicidad de sus hijos.
Curiosidades y datos locos sobre la familia De Niro
- Gestación subrogada pionera: Airyn y su hermano gemelo nacieron mediante técnicas avanzadas para la época (1995), combinando fertilización in vitro con gestación subrogada.
- Crecimiento fuera del foco: Pese a ser hija de uno de los actores más famosos del mundo, Airyn vivió alejada completamente del “star system” hasta ahora.
- Inspiración en las redes: Antes incluso de hablar abiertamente sobre su transición, ya había ganado seguidores en Instagram mostrando looks inspirados en celebridades afroamericanas, como las trenzas rosas tipo Halle Bailey.
- Sueños artísticos propios: Aunque nunca quiso aprovecharse del apellido De Niro para abrirse paso en Hollywood, Airyn sueña con ser modelo e incluso actriz de doblaje. Le gustaría recrear una portada icónica junto a su madre para Vogue.
- Orgullo queer y racial: Además de reivindicar su identidad transgénero, subraya el valor añadido (y las dificultades) de ser una mujer trans negra con un cuerpo fuera del estándar convencional.
- Reacción viral: La frase espontánea de Robert De Niro (“No sé cuál es el gran problema”) se ha convertido en meme entre activistas LGBTQ+ y fans que celebran la naturalidad con que afronta la diversidad.
Impacto cultural y social
El caso Airyn De Niro pone sobre la mesa cuestiones clave sobre visibilidad trans en entornos privilegiados pero también expuestos al escrutinio público. Su historia ayuda a romper mitos sobre el aislamiento o rechazo automático dentro de familias famosas. La visibilidad responsable —la que parte desde las propias personas implicadas— es fundamental para avanzar hacia una sociedad más tolerante.
En palabras directas: “Hay una diferencia entre ser visible y ser vista. He sido visible. Creo que aún no me han visto”. El testimonio sincero e inteligente de Airyn abre nuevas perspectivas sobre cómo abordar las transiciones personales en contextos mediáticos complejos.
Mientras tanto, Robert De Niro se mantiene fiel a sí mismo: discreto pero contundente cuando toca defender a los suyos —y dejando claro que el amor paterno está por encima del sensacionalismo mediático o los prejuicios sociales.