En las arenas de Guiza, bajo la imponente sombra de las pirámides, Egipto finalmente da el pistoletazo de salida al espectacular Gran Museo Egipcio.
Han sido necesarios más de dos décadas y una inversión que supera los mil millones de dólares para que este ambicioso proyecto, concebido como el mayor espacio cultural dedicado a una única civilización, abra sus puertas al mundo el 1 de noviembre de 2025.
La emoción está en el aire. La ceremonia congrega a líderes y figuras destacadas de todos los rincones del planeta, marcando un hito significativo para la cultura egipcia y, especialmente, para el turismo internacional.
Este edificio, construido con piedra caliza y cristal, se extiende a lo largo de 800 metros y busca integrarse armoniosamente en el paisaje desértico, rindiendo homenaje al entorno milenario que lo rodea.
Tutankamón: el tesoro completo, finalmente expuesto
Por primera vez desde su descubrimiento, el ajuar completo de Tutankamón se presenta al público en un único espacio. Más de 5.000 objetos, entre los que se encuentran la famosa máscara funeraria, joyas deslumbrantes, carros, muebles y amuletos, ocupan una sala de 7.200 metros cuadrados diseñada para ofrecer una experiencia inmersiva. Algunas piezas nunca habían salido de los almacenes, lo que convierte esta exposición en una cita ineludible para los amantes de la egiptología.
La colección se enriquece con tecnologías avanzadas: escaneados en 3D y recreaciones visuales permiten a los visitantes explorar el mundo del joven faraón sin poner en riesgo la conservación de los originales. La colaboración internacional, incluyendo la participación de empresas españolas en el desarrollo tecnológico y escenográfico, resalta la dimensión global del proyecto.
Más allá de Tutankamón: una narrativa que abarca siete milenios
El Gran Museo Egipcio trasciende el legado de un solo faraón. Alberga más de 100.000 objetos que narran la evolución de la civilización egipcia desde la prehistoria hasta la era grecorromana. Estatuas colosales, papiros antiguos, sarcófagos y artefactos cotidianos se suman a los barcos solares encontrados junto a la Gran Pirámide en una colección sin igual en todo el mundo.
El museo se organiza en 12 salas principales, dispuestas cronológicamente por dinastías y períodos históricos. Cada sala ofrece al menos 15.000 piezas, permitiendo al visitante sumergirse por completo en los diferentes momentos de esplendor y transformación del antiguo Egipto. La museografía está diseñada para ser inmersiva y didáctica, gracias a la colaboración con expertos internacionales y al uso innovador de tecnologías digitales.
Arquitectura monumental y experiencia del visitante
El edificio es obra del estudio Heneghan Peng Architects, erigiéndose como un nuevo icono arquitectónico. Con 92.000 metros cuadrados construidos y ubicado a apenas dos kilómetros de las pirámides, conecta directamente con estos monumentos mediante una pasarela peatonal que redefine cómo se vive el turismo en la zona.
Este espacio va mucho más allá de ser solo un lugar para exposiciones: laboratorios para conservación, auditorios, cine 3D, áreas infantiles, restaurantes y tiendas forman parte integral de su oferta. El objetivo es atraer a un público diverso –desde expertos hasta familias– consolidando al museo como un referente internacional tanto en investigación como en difusión del patrimonio cultural.
Un motor para la economía y la imagen de Egipto
La apertura del GEM representa una apuesta estratégica del gobierno egipcio para revitalizar el turismo tras años marcados por inestabilidad y pandemia. Se prevé que este museo reciba hasta cinco millones de visitantes anuales, generando un considerable impacto económico y afianzando a Egipto como un destino cultural destacado.
El presidente Abdel Fattah al-Sisi ha enfatizado el papel del museo como “una ventana al alma de nuestra civilización”. Además, su inauguración coincide con otras iniciativas relevantes como la restauración de la Avenida de las Esfinges en Luxor y el traslado de momias reales al Museo Nacional de la Civilización Egipcia. Todo esto forma parte de una campaña nacional destinada a reposicionar a Egipto como líder regional y global en patrimonio cultural.
Implicaciones globales y retos por delante
El GEM surge bajo los auspicios de la UNESCO, con aspiraciones a convertirse en un símbolo del diálogo entre civilizaciones y modernización del país. Sin embargo, no todos los grandes tesoros estarán presentes: piezas como la piedra Rosetta seguirán exhibiéndose en museos extranjeros, recordando así las complejas historias relacionadas con el expolio patrimonial que aún perduran.
A pesar de estos desafíos, este museo señala el comienzo de una nueva era tanto para la egiptología como para la museografía mundial. Con su apertura, El Cairo y Guiza consolidan su lugar dentro del circuito cultural internacional; además, Egipto demuestra su capacidad para proyectar hacia el futuro el legado fascinante que ha dejado una civilización tan rica e histórica.
La majestuosidad reunida alrededor de Tutankamón invita a redescubrir el esplendor faraónico desde una perspectiva renovada; todo ello sucede justo donde nació lo eterno.

