De la Iglesia somete «La chispa de la vida» a su sector más crítico en Bilbao

De la Iglesia somete "La chispa de la vida" a su sector más crítico en Bilbao
. EFE/Archivo

El director bilbaíno Álex de la Iglesia, ha realizado esta noche, ante el público en la capital vizcaína, el preestreno de su nueva película «La chispa de la vida», al que han asistido sus críticos «más duros»: sus amigos de toda la vida y sus hermanos.

Antes del pase, De la Iglesia ha destacado lo especial de este estreno en Bilbao y ha afirmado que le parece «increíble» estar con «colegas» de siempre, aunque luego «no se cortan» y bromean criticando su trabajo y diciéndole: «Qué bobada la última» y «a ver si haces una buena, con tanta subvención y tanto rollo».

«Son crueles y por tenerles hoy aquí, estoy gratamente preocupado», ha confesado el cineasta.

El director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández, ha afirmado que fue el propio De la Iglesia quién «se empeñó» en que la premier mundial de su última película fuera en Bilbao, como guinda de la retrospectiva sobre su obra que se ha celebrado en las tres capitales vascas y la localidad vascofrancesa de Bayona.

Según ha adelantado Álex de la Iglesia al público que ha llenado la sala, «La chispa de la vida», protagonizada por José Mota y Salma Hayek y que no llegará a los cines hasta el 13 de enero de 2012, «trata de sobre la pérdida de la dignidad» que puede acontecer con la crisis.

Por la tarde, ha ofrecido una rueda de prensa en San Sebastián donde ha explicado que supone una dura aproximación a una época de crisis en su filme «más agrio y más amargo», una tragicomedia que habla sobre todo de la dignidad y su antítesis.

«No puedo evitar la comedia, es algo que forma parte de mi manera de ver el mundo y sobre todo cuando quiero contar algo serio, siempre lo voy a hacer a través de la comedia», aunque ha asegurado que de lo único que no se ríe es «del trabajo y del dolor de perderlo».

Su nuevo filme cuenta la historia de Roberto (José Mota), creador de la campaña «La chispa de la vida» de Coca Cola, que tras dos años en paro busca un trabajo entre quienes antes habían sido sus subordinados.

La humillación y la desesperación le llevan a Cartagena en busca del hotel donde pasó su luna de miel, pero en su lugar encuentra un teatro romano que ha sido descubierto en el subsuelo y es allí donde, por accidente, cae al vacío y se clava un hierro en la cabeza que lo deja inmovilizado.

A partir de entonces, comienza el gran circo, cuando Roberto decide hacer de su situación un negocio para la televisión con el fin de conseguir el dinero que no tiene para mantener a su familia.

El reparto de esta película lo completan Juan Luis Galiardo, Blanca Portillo, Fernando Tejero, Juanjo Puigcorbé, Carolina Bang, Antonio Garrido, Manuel Tallafé y Eduardo Casanova.

«Si entiendes al malo, entiendes la película», ha asegurado De la Iglesia, que ha destacado que su filme trata fundamentalmente de si se puede o no mantener la dignidad en una situación límite como la de Roberto, cuando «un accidente te obliga a decidir quién eres en unos segundos».

Ha dicho que el trabajo de José Mota «es espectacular», un papel que pensó para él porque Roberto es un persona «al que hay que querer de inmediato y con José tienes el plus de que es alguien de quien esperas una broma», algo que cree «muy bueno» para compensar la «angustia» de la situación.

Para completar el «marmitako imposible» que ha sido juntar a un guionista como Feldman y un humorista como Mota, De la Iglesia ha recurrido a Salma Hayek para interpretar a la esposa de Roberto, una persona «de otro lugar, rodeada de gente que no conoce y que el espectador siente que no forma parte del circo».

Un circo más comedido que en otras de sus obras, una película que Álex de la Iglesia afirma que ha hecho «con el corazón y, sobre todo, con el cerebro».

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