Hemos preparado un encuentro para la semana de pascua, dirigido a sacerdotes y seminaristas de todas las diócesis
(José Moreno).- Hoy ha sido uno de esos días de los «ochocientos» – los kilómetros que he recorrido, ida y vuelta a Madrid- para encontrarme con los consiliarios generales de los movimientos de la acción católica, y tener una reunión de tres horas más o menos y una comida compartida.
A las cinco de la mañana sonaba el móvil despertador, aunque lo iba mirando desde hacía casi una hora no me fuera a dormir. Al salir de casa, mi madre que ya no se entiende lo que habla, pendiente de mí me ha llamado y me ha preguntado que qué llevaba puesto, que me abrigara bien, que había dicho la tele que en Madrid iba a hacer frío hoy; está pendiente de todo, y aunque no se le entiende yo la he entendido a la perfección, ha dicho lo que me ha dicho toda la vida…
En Miajadas recogía a Enrique, y hoy se sumaba Andrés que venía para ver al Cónsul del Salvador y arreglar un poder para los proyectos de casas de que se hacen allá; en Navalmoral sumábamos a Tomás, con la fuerza y el ánimo de siempre. A las diez ya estábamos en destino, en la casa de Méndez Alvaro, con los demás consiliarios que fueron llegando. Hubo pleno, y trabajamos rápido y bien, no hay problema alguno y está claro el deseo de la misión y de este quehacer, tan propio y necesario en la iglesia, que lleva a cabo la acción católica.
Hemos preparado un encuentro para la semana de pascua, dirigido a sacerdotes y seminaristas de todas las diócesis, con un tema singular y celebrativo en este año: «Concilio Vaticano II y Acción Católica. Balance y Perspectivas».
Desde aquel bendito concilio hemos caminado en una dirección y en estos cincuenta años han pasado muchas cosas, y se han abierto muchos nuevos retos. Hay que trabajar y profundizar en este momento para vislumbrar e ilusionarnos con el momento y su gracia singular.
Para ello vamos a contar con mentes que nos iluminarán con su compartir; A Imanol Zubero, sociólogo de lujo, le hemos pedido que nos sitúe en el momento actual, contemplando los cambios que se han dado en este medio siglo en muchas dimensiones, técnicas, sociales, económicas, culturales, ideológicas…y desde ahí los grandes retos que hoy tiene planteados la humanidad, Europa, y nuestra sociedad española, y las llamadas a los cristianos de cara a la ciudadanía que hace falta en la actualidad.
Don Ricardo Blázquez nos va a regalar, desde su gran experiencia eclesial y rico saber teológico, lo que nos aportó y nos sigue aportando el concilio Vaticano II y lo que ha sido la experiencia del último Sínodo en el que él ha participado activamente, así se nos descubrirán las claves fundamentales de la nueva evangelización a la que se nos está llamando continuamente.
Y para una concreción y análisis de nuestra propia experiencia, vamos a recurrir a un sacerdote joven, como es Mario – se lo tenemos que pedir- y a otro experimentado en estos quehaceres de la Acción Católica como es Enrique – toda una vida en esta misión de la pastoral rural- , los dos extremeños, ellos nos abrirán el surco a los demás, dándonos las claves de la relación Concilio y Acción Católica, y lo que ha supuesto un modo de entender la Iglesia, el mundo y la conexión de la fe y la vida. Ahí estaremos todos para proclamar lo que está siendo experiencia viva y posibilidad en la iglesia y en la sociedad de hoy.
La vuelta, ha sido como la ida, un comunicar, compartir, pensar, ilusionarnos, creer, esperanzarnos… una jornada – ocho horas- de camino de Emaús, llena, remecida, rebosante… para seguir justificando «los ochocientos». Ah¡ hemos entrado en un lugar desconocido -territorio parroquial de Tomás-, un golf grandioso en la demarcación municipal del Gordo y en la isla del pantano, con un residencial de lujo… un escándalo en medio de la Extremadura sencilla y pobre, pero eso lo dejo para otro post que todavía no lo he digerido, aunque sólo hemos tomado un café rápido.