Son empresas de reciclaje, textil, servicios, agricultura ecológica, catering, mensajería, viveros, artes gráficas, restauración...
(Jesús Bastante).- «Hoy os convocamos desde la esperanza, y para dar buenas noticias. Cuando ponemos el foco en los empobrecidos, se puede generar otra economía». El secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, afirmó que «es posible generar otra sociedad». Y los datos le avalan. Según el Informe de Economía Solidaria 2015, una de cada cinco personas que participaron en las acciones de empleo y economía de Cáritas han conseguido encontrar trabajo. Y con esos datos, «una opción clara y rotunda de apostar por un tipo de economía donde la persona sea el centro«.
«Todos somos conscientes del momento que estamos viviendo en España, donde la retórica habla de falta de diálogo y futuras elecciones», destacó Mora, quien apuntó que «en este contexto político, donde hemos perdido el horizonte del bien común y hemos practicado una lucha que tiene que ver más con el partidismo que con la construcción de una sociedad solidaria, desde Cáritas seguimos apostando por el diálogo y el compromiso, por una sociedad que tiene que ser distinta a la que hemos construido hasta ahora». Eso es especialmente relevante en un momento en que «los diferentes partidos políticos están mirando su interés» en lugar de ocuparse de los que más sufren, que continúan sepultados en el último párrafo de los titulares centrados en la política.
«Hoy podemos celebrar una buena noticia, un mensaje esperanzado», apuntó el secretario general de Cáritas, quien abogó por «reaccionar para recuperar una dimensión ética de la economía» y así «transformar la economía desde la dignidad de las personas y la esperanza».
Por su parte, José Luis Pérez Larios, coordinador del Equipo de Economía Solidaria, subrayó que su apuesta «es un desafío y una realidad desde hace más de 30 años». Trabajar por el empleo inclusivo es posible, y Cáritas lo demuestra. El año pasado, 72.493 personas participaron en los programas de empleo y economía social de Cáritas. De ellos, 15.348 (el 21%) consiguieron acceder a un puesto de trabajo. ES la tasa más elevada de los últimos años. «Es una signo de esperanza claro», subrayó.
Cáritas puede impulsar fórmulas alternativas de creación de empleo social de éxito, aun cuando «los datos sigan mostrando una situación de vulnerabilidad laboral que, en España, afecta a casi 4,8 millones de personas y, de manera especial, a los 2,8 millones que llevan más de un año sin trabajo», afirmó Pérez Larios.
La acción de Cáritas en el ámbito de la economía social, señaló, permite «romper la espiral del desempleo y la precariedad laboral que afecta a muchas personas, de la que todavía muchos siguen sin poder salir ante un eventual cambio de ciclo económico». «Esto vuelve a ponernos cara a cara ante la evidencia que Cáritas viene señalando un año tras otro: el problema no está en la crisis, sino en el modelo», aseguró.
¿Quiénes son? Mayoritariamente mujeres (63%), cada vez más españoles (han pasado del 25% en 2009 al 53% en 2015), y con una edad comprendida entre los 35 y los 44 años, aunque los mayores de 45 ya suponen casi un tercio. Poco menos de la mitad (el 49%) apenas cuentan con los estudios básicos. Y es que la pobreza y la exclusión laboral también tienen mucho que ver con la falta de acceso a la educación de calidad.
En cuanto a los recursos económicos, en 2015 la Confederación Cáritas invirtió casi 47 millones de euros en acciones de economía solidaria, siete millones más que el año anterior. En la actualidad, Cáritas cuenta con 45 «empresas» (sin ánimo de lucro) de economía social.
Espacios solidarios donde, junto a la comercialización de productos, se favorece la sensibilización sobre las relaciones comerciales existentes y las comunidades productoras de Cáritas Bangladesh, Cáritas Jerusalén, Cáritas Mauritania o Cáritas Bolivia.
Empresas que, junto a la creación de empleo social, promueven el cuidado del medio ambiente y el consumo responsable. Son empresas de reciclaje, textil, servicios, agricultura ecológica, catering, mensajería, viveros, artes gráficas, restauración…
Una demostración, con más datos, de que «esta es la respuesta de Cáritas a un modelo socioeconómico lastrado por una dinámica de mercado centrada en el beneficio, una generación de empleo precario y un modelo de protección social débil». Y es que, para Sebastián Mora, «existe un camino de salida a esa injusticia letal, a través de realidades concretas, personas concretas y posibilidades concretas de cambiar la realidad».
¿Hasta qué punto estas iniciativas son casos aislados? «Estas realidades no son simples gotas, sino arroyos con un caudal importante», subrayó Sebastián Mora, quien apuntó que «existen hasta 500 tipos de actividades distintas de economía solidaria en España, con un volumen que empieza a ser nuclear»
«Hay tres elementos que nos hacen mirar la realidad con esperanza: es una opción hecha desde el lugar de los pobres, es una economía que no parte de los que mucho tienen para invertir, y eso lo hace mucho más creíble; en segundo lugar, ya no son gotas, sino arroyos; y en tercer lugar, ya empezamos a tener incursiones en la economía «tradicional», ofreciendo nuevos cauces para que las empresas puedan cambiar su foco», añadió. «Es una realidad mundial. Eso nos hace mucho más capaces de transformar desde Cáritas«.