El obispo de Mallora abre las II Jornadas de Pastoral 'In&Out'

Sebastià Taltavull: «El reto es la credibilidad. Cada vez que sumamos, multiplicamos»

Juan Pedro Castellano: "Queremos transformar la educación con la propuesta del Evangelio"

Sebastià Taltavull: "El reto es la credibilidad. Cada vez que sumamos, multiplicamos"

Fomentemos la comunión en la Iglesia como las primeras comunidades: maestros que indican el camino, a veces delante, otras en medio, otras detrás. Con una cierta democratización en la Iglesia, pues todos estamos llamados a la escucha del espíritu

(Jesús Bastante).- «Jesús dijo ‘Id’, no dijo ‘Esperad a que nos hagan el trabajo’«. El obispo de Mallorca, Sebastiá Taltavull, abrió las II Jornadas de Pastoral ‘In&Out’, convocada por la Fundación Edelvives y que reúne este sábado en el Hotel Weare Chamartín de Madrid a cientos de educadores, pastoralistas, teólogos, padres de familia, niños, sacerdotes… Una propuesta por la comunión con un estilo nuevo, más abierto, en salida, al más puro estilo Francisco. Al más puro estilo Evangelio.

«Proyectos en clave de sumar», subrayó durante la presentación el director general de la Fundación Edelvives, Juan Pedro Castellano, quien animó a «poner el acento en el alma, el compromiso, en lo que nos permita cambiar. Transformar la educación con la propuesta del Evangelio».

Esta es una invitación «clara y abierta a lo que nos propone Francisco, una Iglesia en salida», subrayó Juan Pedro, dejando claro que «queremos estar ahí, con vocación de integrar, de darnos a conocer, de ser altavoces». Especialmente, apostando por la infancia, «en clave profética, para denunciar las causas vinculadas al ámbito educativo». Este es uno de los grandes objetivos de la Fundación, que ultima un proyecto que hará historia y del que hablaremos en los próximos días.

 

 

Antes de la conferencia inaugural, como buenos cristianos, los presentes rezaron, en torno a la parábola del Buen Samaritano, y a las palabras de Jesús: «Ve, y haz tú lo mismo», al que siguió una espectacular intervención del Coro Godspell de Madrid. La música y el arte, simbolizada en la plataforma del Rey de los Mindundis, rondaron durante toda la jornada.

En su intervención, el obispo de Mallorca reflexionó en torno a tres conceptos: coherencia, acompañamiento y testimonio. «Dar noticia de lo que soy, y enseñarlo a los demás», invitó Taltavull, quien lamentó «esa esquizofrenia que a veces vivimos en la Iglesia, entre lo que queremos y lo que somos, entre el ‘Ya’ y el ‘Ahora no'».

Y hacerlo juntos, porque «cada vez que sumamos multiplicamos«, como en el relato de los panes y los peces: «Cuando todos sumaron lo suyo, se hizo el milagro». Taltavull puso especial énfasis en la escuela, que «gana identidad cristiana cuando toda la comunidad educativa es testimonio vivo de lo que se intenta que sea realidad, no sólo si tiene un proyecto curricular».

«No es cristiana una entidad si no lo son las personas que lo forman, y una Iglesia no existe si no hay comunión de creyentes, y un espíritu que la anima», clamó el obispo de Mallorca, quien pidió, con palabras del Papa Francisco, «evangelizadores con espíritu, que rezan y trabajan».

 

 

 

 

«Una escuela cristiana no existe si no hay cristianos que la encarnan, dentro del ámbito cultural y educativo», con las claves que dio el propio Jesús: «En esto conocerán que sois discípulos míos, si os amáis los unos a los otros, como yo os he amado». Ese «como yo», que «tendría que ser nuestra visión de cada día».

«Es precisa la presencia del cristiano en medio del mundo», pidió Taltavull. «Los laicos, vuestra presencia no es para ser agentes dentro o desde las sacristías, es para estar en medio de la realidad. En el campo de la política, de la enseñanza, la familia, las asociaciones… todos los campos de la sociedad».

¿Cuál es la identidad pastoral del educador? «El ejemplo es Jesús», recordó el obispo. «Tenemos que dar respuesta en medio de nuestras situaciones, tranquilos, confiados y muy positivos», abogando por el diálogo en todo momento. «Hemos de hacer miel de toda flor».

«Si no hablamos el lenguaje de la gente, y sus cosas, la gente no nos seguirá», admitió, señalando la obligación de los educadores cristianos «de dar credibilidad de lo que somos y vivimos, a partir de nuestro testimonio«.

 

 

Parafraseando a Pablo VI, Sebastiá Taltavull recalcó que «la gente de nuestro tiempo hace más caso a los testigos que a los maestros, y si hace caso a los maestros, es porque son testigos», y pidió «que no haya esta ruptura entre la fe y la cultura».

«Necesitamos presencia de profesionales cristianos que se distingan por su testimonio» en «un proyecto educativo que parte del enamoramiento, del seguimiento de Jesús», indicó. «La escuela de las personas y para las personas, este tú a tú».

«El reto es la credibilidad. Por eso la escuela católica es llamada a asumir este reto, y a responder con convicción», recalcó. Desde la base de la eclesialidad: «La escuela católica, formando parte de un proyecto más global, que es la Iglesia», para responder a aquellos que afirman, en la sociedad actual, que «creo en Dios, pero no creo en la Iglesia ni en los curas». «¿Qué hacer para una propuesta de presencia en todos los sitios y que atraiga a la gente?».

«Un colegio puede ser una comunidad cristiana», terminó Taltavull, abogando por una comunidad «marcada por las preferencias de Jesús: por los más pobres, los más débiles, los que necesitan respirar, acompañamiento… tendríamos que ser expertos en humanidad», para «promocionar una cultura de la solidaridad y de la paz».

«Fomentemos la comunión en la Iglesia como las primeras comunidades: maestros que indican el camino, a veces delante, otras en medio, otras detrás. Con una cierta democratización en la Iglesia, pues todos estamos llamados a la escucha del espíritu».

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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