"En España, la fiesta del Corpus es el domingo", dijo el prelado
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ve «indicios» de un programa político destinado a excluir la cultura católica de la sociedad española, aunque «no lo puedo probar». El primado, que participó en el Foro Cope Castilla-La Mancha, habló de la predominancia de una cierta «religión laica» y pidió que «no haya un choque de trenes, aunque hay cosas a las que no no debe renunciar».
El encuentro con el primado estuvo centrado en tres cuestiones fundamentales: la ley del Aborto, la educación y la posible desaparición de la procesión del Corpus el jueves, como es tradición en Toledo. Respecto al primer tema, Braulio Rodríguez lamentó que no haya habido «un debate en la sociedad«, sobre la futura reforma,y ha sugerido que cuestiones «profundas» como ésta puedan someterse a referéndum.
«Posiblemente» convendría haber hecho un referéndum sobre el aborto, pero, «lo que no ha habido ha sido un debate en la sociedad española», ha dicho el prelado de la archidiócesis toledana.
Ha reconocido que «indudablemente, hay muchísima gente partidaria (del aborto), pero, hay otra muchísima gente que no lo es», por lo que cree conveniente que las «cuestiones profundas» que atañen a los ciudadanos se debatieran antes de pasar «a los legítimos legisladores».
No pudo responder Braulio Rodríguez -porque el moderador del debate no la leyó- a una pregunta directa sobre si él, como arzobispo de Toledo, daría la comunión a los diputados católicos de su diócesis (entre ellos, José Bono), que votasen a favor de la nueva ley. En realidad, fue muy parco en este asunto -muchísimo menos que Martínez Camino-, al subrayar que la Iglesiano ha variado su punto de vista sobre la cuestión desde sus comienzos, pero entendiendo que «muchas veces los políticos se encuentran en situaciones complejas«.
En todo caso, recordó que aquellos políticos católicos que voten a favor de la reforma de la Ley «no pueden acercarse a tomar la comuniión, pero, ello no significa que estén fuera de Iglesia. Como Iglesia, no podemos decir que estén condenados«.
También se le preguntó por la «tibieza» que los obispos tuvieron respecto a la política abortista en los ocho años de Gobierno del Partido Popular. En este punto, Braulio Rodríguez señaló que «no es verdad que la Iglesia guardara silencio«, aunque sí quiso diferencia entre los tres supuestos que actualmente recoge la ley para abortar con lo que apunta la nueva normativa: «Dice que es un derecho de al mujer, con lo cual el nasciturus está totalmente desprotegido. Ahí es donde está el problema».
No obstante, ha reconocido que el Partido Popular, durante sus ocho años de Gobierno «podía» haber cambiado la ley, pero, «ésa es su responsabilidad». El prelado también se refirió a la polémica de los crucifijos, recordando que él era arzobispo de Valladolid cuando «una asociación laica de padre y medio» pidió, y consiguió, la retirada de estos símbolos del colegio público Macías Picavea. «Hace ya mucho tiempo que están fuera, se han ido quitando», asumió el primado, quien no obstante defendió el «valor humano» del crucifijo, incluso para no creyentes. «Más allá de la fe, Jesucristo, como personaje histórico, que existió, ha supuesto muchas cosas para la Humanidad. No hay que odiar los símbolos religiosos, tampoco los de otras religiones«.
Sobre la clase de Religión, Braulio Rodríguez indicó que «no hay ningún problema desde el punto de vista legal» pero que, en la práctica, «en algunos casos no se cumplen los Acuerdos Iglesia-Estado». En este sentido, reclamó un Pacto Escolar «donde no se polaricen las cosas entre el ministerio y los Obispos. Antes están los padres«.
Finalmente, y sobre la polémica del Corpus, el arzobispo reconoció que «tengo que decidir con prontitud» sobre si mantiene la fiesta jueves y domingo, o sólo el domingo, como hace toda la Iglesia. «En España, la fiesta del Corpus es el domingo», recordó, para incidir en que, aunque todavía no ha tomado una decisión definitiva, «pensamos que, en este momento, la fiesta se salvaba mejor pasándola a domingo. Sé que la praxis en Toledo de los últimos años es distinta, y tengo que decidir con mis consejeros».