La religiosidad es un rango de la condición militar, un rasgo que aflora, especialmente, cuando el ser humano, el militar, se enfrenta con el riesgo
(Jesús Bastante).- El director del CNI, Félix Sanz Roldán, fue una de las estrellas de la Conferencia Internacional de Capellanes Castrenses que la pasada semana se celebró en Madrid y que congregó a más de un centenar de representantes espirituales (católicos, evangélicos, judíos, musulmanes o budistas) en ejércitos de todo el mundo.
Quien fuera jefe de Estado Mayor de la Defensa recordó, durante su alocución, a su primer capellán, y a todos los que han jalonado su carrera militar. «El capellán es la mejor referencia ética que tienen los soldados. Es el director espiritual, el maestro, el profesor, el misionero, el compañero, el cómplice y el amigo», incidió Sanz Roldán.
Sanz Roldán recordó las palabras del capitán Ustoa, su primer capellán: «Si cuidas no cuidas el espíritu, no puedes ser militar«. Como él, ha intentado que su carrera militar estuviera marcada por la ética y el orden. «Yo creo que a todos les da tranquilidad saber que el ‘páter’ está allí», afirmó.
«Para mí, militar, para este viejo soldado, el capellán es el director espiritual, el maestro, el profesor, el misionero, el compañero, el cómplice, el amigo. Si es necesario, el héroe, y desde luego, una persona generosa y, en algunas ocasiones, -porque ser santo es muy difícil- el santo», señaló el director del CNI, quien incidió en que «la religiosidad es un rango de la condición militar, un rasgo que aflora, especialmente, cuando el ser humano, el militar, se enfrenta con el riesgo, cuando se enfrenta con la posibilidad de perder su vida. O también con la cruda realidad, quizás más cruda que perder su propia vida, con que la pierda a su lado un compañero».