Mientras sonaba el himno gallego, una de sus hijas retiró las banderas que cubrían el féretro y fueron los nietos de Fraga los que se encargaron de meterlo dentro del nicho familiar
Música de gaitas y multitud de autoridades, amigos y familiares han recibido hoy los restos mortales de Manuel Fraga, cuyo funeral comenzó a las 16:45 horas en la iglesia parroquial de San Pedro de Perbes, en el municipio coruñés de Miño donde veraneaba desde hace 25 años.
Al son de las gaitas de la Real Banda de la Diputación de Ourense, que interpretaba el himno del Antiguo Reino de Galicia, el coche fúnebre que transportaba los resto mortales ha llegado a la pequeña iglesia parroquial entre una multitud de autoridades, familiares, amigos y admiradores del expresidente de la Xunta.
El féretro, sobre el que fue colocada una bandera de Galicia, fue portado por los nietos del fundador del PP a su llegada a la localidad en la que el político fallecido el pasado domingo veraneaba y en la que está enterrada su mujer, Carmen Estévez, desde 1996.
La pequeña iglesia parroquial, con capacidad para apenas 60 personas, sólo puede albergar a los familiares más directos y a las principales autoridades desplazadas a Perbes para asistir al sepelio.
Entre las autoridades asistentes están la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Justicia; Sanidad y Servicios Sociales, y Fomento, Alberto Ruiz-Gallardón, Ana Mato y Ana Pastor, respectivamente.
Además, están presentes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el ex presidente José María Aznar, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el jefe del Ejecutivo asturiano, Francisco Álvarez Cascos.
Acuden también otras autoridades autonómicas y municipales, entre ellas la mayor parte de las personas que ocuparon cargos de conselleiro durante los quince años de Fraga al frente de la Xunta.
A Perbes también se han desplazado las seis hermanas de Fraga, además de sus cinco hijos, nietos, sobrinos y demás familia.
El arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que al igual que Fraga es natural de Vilalba (Lugo), ofició el funeral acompañado del arzobispo de Santiago, Julián Barrio.
También estuvieron presentes el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco, y el cura párroco de la localidad, un hombre de 40 años que, según informa la agencia Efe, lleva desde septiembre al frente de su ministerio en está pequeña localidad de la costa coruñesa, ya que el anterior, con quien Fraga mantuvo una relación de amistad durante años, falleció recientemente.
El funeral en la iglesia parroquial duró cerca de una hora y cinco minutos antes de las seis de la tarde volvieron a sonar las gaitas y se trasladó el féretro hasta el panteón familiar.
Los restos mortales de Manuel Fraga ya descansan en el panteón familiar, junto a su esposa María del Carmen Estevez, fallecida en 1996. Mientras sonaba el himno gallego, una de sus hijas retiró las banderas que cubrían el féretro y fueron los nietos de Fraga los que se encargaron de meterlo dentro del nicho familiar. (RD/Agencias)
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