Los actos del Coliseo (viernes) o el Domingo de Resurrección son dos de los grandes eventos para los que la seguridad italiana se encuentra volcada
(Jesús Bastante/Agencias).- «Gracias por protegernos para que no haya algún loco que cometa una masacre y destroce a familias». El Papa Francisco recibió este lunes a la Policía italiana que custodia el Vaticano, en un tradicional encuentro que se celebra cada Semana Santa.
Durante esta audiencia, Francisco también agradeció a los dirigentes y personal de la Policía que las visitas turísticas y de los fieles a los lugares de la fe católica en el Vaticano puedan «desarrollarse en un clima de serenidad y de orden».
La Policía, en colaboración con la Gendarmería vaticana, han reforzado en los últimos meses la seguridad pontificia, que se redobla durante los días grandes de la Semana Santa. Los actos del Coliseo (viernes) o el Domingo de Resurrección son dos de los grandes eventos para los que la seguridad italiana se encuentra volcada.
«Esta Inspectoría de Seguridad Pública ofrece una colaboración preciosa al ministerio pastoral del Obispo de Roma. Os agradezco por vuestra vigilante presencia y por la asistencia que prestáis durante la celebración de los ritos litúrgicos y las numerosas manifestaciones relacionadas con la Basílica de San Pedro y toda la Ciudad del Vaticano», dijo.
Y destacó que «gracias a su discreta y eficaz vigilancia, los peregrinos que, de tantas partes del mundo, acuden a visitar la tumba del Apóstol Pedro, tienen la posibilidad de vivir con tranquilidad esta importante experiencia de fe«.
«El Papa y sus colaboradores, además, saben que pueden contar con vuestra cooperación en el curso de las visitas pastorales a las parroquias y a las instituciones civiles y eclesiales de Roma, así como en ocasión de las visitas pastorales en Italia», culminó Bergoglio, quien añadió que «el Vaticano es meta no sólo para los cristianos proveniente de tantas partes del mundo, sino también de representantes de las diversas religiones, de responsables de los Estados y de altas personalidades eclesiásticas y civiles, que vienen para encontrar al Pontífice o a sus colaboradores en los Dicasterios de la Santa Sede».