(PD/Agencias).- El mexicano Giovani dos Santos debió tomar nota en su momento de lo que hizo Leo Messi para dar el salto de la cantera a la plantilla profesional del Barcelona y, como el argentino, escogió el trofeo Joan Gamper para graduarse.
Giovani, ante un Inter de Milán plagado de suplentes poco dispuestos a correr más metros de los que obligase el contrato por el servicio, se convirtió en el quinto fantástico y demostró que tiene un sitio en el Camp Nou.
Al mexicano le benefició que de los denominados 4F sólo jugasen dos de inicio, Henry y Ronaldinho, y fue la salsa de un partido que ya había perdido muchos enteros sin el morbo del reencuentro con Luis Figo, que se quedó en Italia.
Sí se pudo ver a Chivu, el central por el que el Barcelona pujó este verano, y a Milito, el que llegó finalmente. También a otros ex madridistas como Cambiasso y Solari.
Lo de la primera parte fue casi de vergüenza para el Inter de Milán, campeón de su liga y equipo italiano para más inri, que se dejó meter tres goles en 45 minutos y se sometió al dominio absoluto del rival.
Ni las ausencias, la más destacada por las connotaciones la de Luis Figo, sirven de excusas para hacer tan poco sobre el campo, aunque también es cierto que, en un partido de este tipo, el más motivado, en este caso el único, es siempre el anfitrión.
Además, el Barcelona contó con la inspiración de Giovani, quien tardó sólo siete minutos en provocar un penalti, el que sirvió para que Ronaldinho inaugurase el marcador.
Cinco minutos después se repetía la jugada, robo de balón, en el caso anterior de Xavi y en éste de Touré Yaya, y servicio a la internada de Giovani por la derecha, aunque esta vez con opción de culminar.
El canterano no desaprovechó la ocasión y se sacó de la chistera un golazo que incluyó recorte en un palmo de terreno a su marcador y remate al primer palo.
Parecía que el partido estaba sentenciado y que todo estaba visto en menos de un cuarto de hora, pero el Barcelona tenía más cosas que decir además de lo de Giovani.
Touré Yaya se estrenó con un tanto
Otro jugador con ganas de mostrarse ante su nueva afición era Touré Yaya, quien no contento con el pase del segundo gol tuvo el tercer tanto en su cabeza en el minuto diecisiete, pero su remate lo despejó Toldo.
Ante un Inter inoperante, el Barcelona, que había advertido con Giovani que sus cuatro fantásticos en la delantera quizá son cinco, hizo otro anuncio, que esta temporada cuenta con un nuevo arma: los disparos desde posiciones lejanas.
Touré Yaya es el futbolista azulgrana capaz de aportar ese nuevo recurso al equipo y lo demostró en el minuto 38, en lo que supuso el tercer tanto de su equipo.
Con ese resultado se llegó al descanso y, en la reanudación, Frank Rijkaard introdujo siete cambios, que sirvieron para ver al único de los recién llegados que no jugó la primera mitad, Gabriel Milito, pero también para impedir la alineación conjunta de los 4F, ya que Ronaldinho se quedó en el vestuario.
La lesión de Eto’o, el único lunar
La desgracia para el Barcelona se produjo en el minuto 51, cuando Samuel Eto’o, que acababa de saltar al campo, se veía obligado a abandonarlo lesionado.
Eto’o había protagonizado la primera jugada de peligro de esta segunda mitad, pero tras un remate que se le fue desviado se quedó tumbado sobre el césped e, instantes después, dejaba su puesto al brasileño Thiago Motta, fuera de los planes de Rijkaard y al que el holandés dejó fuera de la convocatoria en la primera jornada de Liga.
Los azulgrana, ante la pasividad interista, quisieron que el público se olvidase de lo del camerunés, en principio de poca gravedad, y, para ello, entre Leo Messi y Andrés Iniesta se inventaron un tanto del que fue autor el centrocampista manchego con una definición acorde a la conducción previa y al servicio posterior del argentino.
El Barcelona lo siguió probando, con Henry, con Deco, pero fue finalmente Motta quien marcó el quinto con un remate de cabeza en el que se adelantó a toda la defensa italiana.
El resto, rosario de cambios, especialmente introducidos por Roberto Mancini, y Frank Rijkaard que se dio un baño de autoconfianza tras el criticado empate a cero en Santander de la primera jornada de Liga. Con todo el permiso del Inter.
