«actitud
lógica
y
consecuente
con
los
principios
que
se
profesan», describe
la RAE. Luis Enrique dijo, en su segunda rueda de prensa como técnico del Barcelona
que, entre
Bravo
y
Ter Stegen, acabados de aterrizar se quedaba con otro: «Las sensaciones son que Jordi Masip, hoy, es el portero titular del Barça».
Las sensaciones son una cosa, la realidad es otra muy distinta. El técnico añadió sobre la solución que «es una cuestión que todavía tengo que analizar, pero no hay prisa”. Masip tampoco la ha tenido y sigue esperando pacientemente una oportunidad que no llega. Este verano tuvo una muy buena oferta para marcharse al Red Bull Salzburg de Òscar Garcia, pero por motivos familiares prefirió quedarse. También porque seguía albergando la esperanza que, tras
la marcha de Claudio Bravo al Manchester City, tendría más oportunidades.Hasta hace apenas dos semanas Luis Enrique ha mantenido un discurso único y coherente sobre la portería del FC Barcelona: «Tengo tres porteros excelentes, Bravo, Ter Stegen y Masip. Ninguno es titular, confío en los tres y cualquiera de los tres puede hacerlo bien». El mensaje, por repetitivo y obvio, llegó a hacerse cansino y tópico. Pero con la marcha de Claudio Bravo al Manchester City, el discurso de Luis Enrique ha perdido credibilidad. Tanto que incluso el propio Jordi Masip, uno de los tres porteros en los que teóricamente siempre confió Luis Enrique, se siente humillado y ninguneado por su técnico.