Así, no. Leo Messi terminó el duelo contra el Chapecoense en el Gamper con una sonrisa de oreja a oreja: Gerard Deulofeu había convencido al grupo.
El recién llegado para apuntalar el ataque azulgrana ha fulminado al denostado Paco Alcácer hasta el punto que el mismísimo Messi ha puesto su nombre sobre la mesa para ocupar la plaza dejada por Neymar y no acudir al mercado a por experimentos –Mbappé/Dembélé-.
Para Leo, si el Barça no va a por Dybala, es mejor quedarse con lo que hay, y lo que hay es un Deulofeu al que, ojo, Valverde quiere ventilarse.
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