Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

La cuadratura del círculo

 

La capacidad de engaño es extraordinaria, pero la de autoengaño en el ser humano es infinita y ya no solo en materia del más allá, donde alcanza cotas inenarrables, sino en las cuestiones del más acá, o de la política.
A la hora de buscar disculpas a nuestras actuaciones y justificar lo injustificable somos unos maestros. Lo último en materia política es lo de “la abstención técnica”, un invento maquiavélico para ocultar que una buena parte del PSOE está dispuesta a darle el poder a Rajoy, a la banca, a las grandes empresas, a los prestamistas, y a quienes manejan realmente los resortes del poder, faltando a lo más profundo, básico y elemental de su supuesta ideología, a la voluntad de sus bases y a la lógica coherencia interna que cualquier partido requiere, sobre todo cuando de tu adversario más extremo se refiere, y todo porque una vendida prensa entregada al poder así lo requiere y un multitudinario rebaño de ciudadanos con criterios de plastilina pasta en tales campos.
Son los mismos que han propiciado un golpe de estado en toda regla en el propio partido, un golpe de estado amparado en la voluntad del ídolo más agasajado dentro del aparato del partido, más alabado por quienes de su ignorancia y seguidismo hacen bandera, por quien con el rey emérito y otra vez más, con dirigentes del PP de entonces, propiciaron el golpe de estado que abortó Tejero, gracias a que lo engañaron miserablemente y les salió rana, por quien creó el terrorismo de estado en la figura del GAL, por quien más se ha enriquecido tras su paso por la política, cuestiones todas ellas publicadas ya en abundancia aunque con ediciones la mayor parte de ellas colapsadas en su difusión hacia el gran público, por Felipe Gonzalez, a quien los ilusos siguen considerando el mejor líder socialista de la democracia, quien con su más ferviente discípula, Susana Diaz, la ideóloga del reciente golpismo, son capaces de cargarse el socialismo si su propia y particular causa lo requiere.
La única salida digna (la dignidad consiste en actuar según tus propias convicciones) que le queda al PSOE actualmente, aunque con ello pueda perjudicarse electoralmente, es ser fiel a su ideario, votar NO y arriesgarse a unas nuevas elecciones, aunque eso si, explicando detalladamente su postura, no escondiéndose ni contando milongas, ni queriendo propiciar alianzas que no encajan, simplemente explicando que su programa, el que quieren aplicar al pais para que a su entender funcione, no puede tirarse por la borda para facilitar la aplicación de todo aquello de lo que abominan, en manos además de lo mas corrupto de la política actual, pidiéndole al pueblo que lo comprenda, que no ayude a que se consolide la corrupción, abominando de lo ocurrido en Andalucía en los últimos años y proponiendo amplias reformas para sanear el pais, ya no solo económicamente, sino cultural y socialmente, proponiendo actuaciones concretas y factibles, dejando claro, por otra parte, que los primeros interesados en unas nuevas elecciones son Rajoy y los suyos y que aunque teóricamente al PSOE le perjudique, en conciencia deben presentarse de nuevo ante la sociedad pidiéndole su confianza hacia unas ideas en las que creen, contrarias a las de quienes han corrompido la política española hasta niveles insospechados.
¿Que tontería es esa de la abstención técnica? ¿Como puede uno engañarse de forma tan boba? ¿Es que acaso con que una docena de sociatas, en el momento de la votación, se levanten para ir al retrete a cagarse en su ideología, se dignifica su actuación? ¿Se puede ser más imbécil?. Hagan lo que hagan, si no votan todos NO le van a dar el poder a Rajoy, se pongan como se pongan y le llamen como le llamen.
Ni me debo a lo políticamente correcto, ni a puesto alguno que mantener, ni a servidumbre alguna, ni he de lamerle el culo a nadie, ni soy papero, ni sociata ni podemita, por lo que tengo muy claro que el verdadero problema está en el pueblo, en ese pueblo que “nunca se equivoca” pero que en materia de democracia, ciudadanía e interés público, no ha evolucionado ni un ápice, que es un absoluto ignorante en materia política y que no le importa apoyar a los más corruptos, que le gobiernen los más canallas y que le estafen a mansalva, antes de tomar decisiones comprometidas, arriesgándose, enterándose, estudiando las consecuencias de sus actos y actuando en consecuencia, de un pueblo que ante el porvenir de sus hijos vota por costumbre, por absurdas fidelidades, por prejuicios caducos, por miedo.
Estamos donde estamos por una absurda ley electoral mantenida hasta ahora por un bipartidismo que se creía plenipotenciario y que ahora es incapaz de dar solución a los problemas del pais, pero también por un pueblo incapaz de reaccionar ante la corrupción, la estafa y la mentira. Los partidos, al menos en teoría, son reductos de ideologías donde apoyarse en la idea de proporcionar a la ciudadanía una sociedad más justa a partir de planteamientos acordes con una cierta manera de ver las cosas, no objetos de cambio para entregarle el poder a quien opina todo lo contrario. Ni se le puede ahora pedir al PSOE que apoye al PP y menos a su líder, ni se le podía pedir al PP que apoyase al PSOE cuando estos pidieron la investidura.
Son precisas unas nuevas elecciones y que el pueblo espabile de una vez, se responsabilice, sea consciente y finalmente actué responsablemente, despreciando la corrupción y a quienes la propugnan y a quienes han vivido de ella tantos años a costa de todos (unos y otros). Ya se que lo más probable es que volvamos a una situación similar porque este pueblo no va a evolucionar en unas semanas, pero cualquier otra situación ni sería lógica ni efectiva más allá de unos días de nuevo gobierno.
¿Que hacemos si volvemos a lo mismo? Exigir un acuerdo nacional para modificar de forma inmediata la ley electoral, con un consenso entre los partidos para que se articule de forma que esta situación no pueda volver a darse, con segundas vueltas entre los dos partidos mas votados o con otras soluciones que no requieran de nuevas elecciones, pero nunca pidiéndole a un partido que abomine de sus ideas, que se venda al enemigo y que pierda su dignidad en aras de los intereses de los grandes muñidores de la política, nacionales o internacionales.
Propiciar un gobierno estable del PP, a costa del sacrificio y la casi desaparición del PSOE, es pretender la cuadratura del círculo.

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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