Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

La RAE y la política

En estos precisos instantes, está tomando posesión de su cargo el nuevo director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, cargo obtenido por mayoría absoluta de los votos emitidos por los académicos en las recientes elecciones. Dos días antes era entrevistado por la periodista Susana Griso, en su programa de la mañana de Antena 3. 

De la interesante entrevista con uno de los personajes, a mi entender, más importantes del panorama actual, no solo por su valía personal sino por el cargo que ostenta, cabe destacar dos cuestiones de suma importancia. La primera, para mi un verdadero escándalo, absolutamente injustificable, es el haber conocido un dato desolador: La RAE se encuentra, desde hace ya tiempo, en una situación de penuria presupuestaria verdaderamente preocupante, ya que el Gobierno de España (este y el anterior), solo cubre alrededor del 20% de su presupuesto, debiendo recurrir para su subsistencia a ayudas de entidades privadas, que no llegan a alcanzar lo necesario para el correcto funcionamiento de la Institución, sino la más importante, una de las fundamentales del Estado español. Mi sorpresa devino en aumento cuando la entrevistadora recibió el dato sin apenas inmutarse, acostumbrada a indignarse con frecuencia ante hechos absolutamente intrascendentes que “ofenden” su concepto partidista de lo políticamente correcto, tan manifestado últimamente tras las elecciones andaluzas con determinado partido que no resulta de su agrado, partido que seguramente, si pudiera, no permitiría para nada, tamaña ofensa a uno de los principales tesoros de nuestro país, la lengua española.

Como ni siquiera se preocupó en ahondar en el asunto, he de  advertir que el presupuesto anual necesario para la supervivencia del Ente es de solo 7 millones de euros, de los que la ayuda que recibe del Estado es de solo 1,6, cuando no solo debería cubrir la totalidad del presupuesto, sino incluso mejorarlo, ya que se trata de una Institución ejemplar, regida por lo mejor de nuestra sociedad y encargada de una de las labores más nobles.

Si hoy trajéramos aquí las ayudas a todo tipo de entidades, asociaciones, saraos de todo pelaje y chorradas descomunales que nuestro gobierno y el de las comunidades autónomas ayudan con al menos 1,6 millones, no acabaríamos nunca y posiblemente la indignación entre quienes presumimos de cierto sentido común, amamos España y sentimos un profundo respeto por nuestro idioma, nos hiciera correrlos a gorrazos.

Valga como ejemplo lo que ocurre en Cataluña con su lengua, que solo se habla en Cataluña y en Andorra, una lengua de andar por casa, ya que no le digas a valencianos y mallorquines que hablan catalán, pues la ofensa podría indignarles. El equivalente a la Real Academia Española es el Institut d´Estudis Catalans, cuyo presupuesto para 2018 fue de 7,5 millones de euros, aproximadamente medio millón más que el de la Real Academia Española, quien limpia, fija y da esplendor a una lengua hablada por cerca de 580 millones de personas en el mundo, pero es que de esos 7,5, la Generalitat aporta 5 millones, el Estado español 0,3 y entre la Diputación de Barcelona y otras entidades oficiales catalanas, hacen que la total aportación pública sea de alrededor de los 7 millones de euros (datos recogidos de la propia página corporativa de la Institución en su apartado de transparencia). 

Consultada, por otra parte la página corporativa de la Coordinadora Feminista o Federación Estatal de Organizaciones Feministas, resulta imposible conocer su presupuesto, al igual que el de otras 5 organizaciones de ámbito nacional consultadas, cuyos apoyos a las posturas más extremas son allí patentes (ni una sola cifra), no obstante por estimaciones que llevan a cabo distintas publicaciones digitales, sus presupuestos superan, en algunas, con creces el de la Real Academia, con ayudas fundamentales del gobierno y de los gobiernos autonómicos, ayudas que finalmente solo llegan a las afectadas en aproximadamente un 20%.

En cuanto a colectivos feministas dedicadas a combatir la ablación que sufren tantas mujeres africanas radicadas ya en España, a la lucha contra las mafias de la trata de blancas, al mal trato y recorte de libertades a las mujeres musulmanas, a la elaboración de propuestas para la consecución de la conciliación familiar, etc., los verdaderos problemas en los que la mujer aun está a mucha distancia de conseguir, casi nada aparece, pues al parecer requiere mayor dedicación el reivindicar un lenguaje inclusivo, que toda esta serie de problemas de primer orden, ya que esto último no esta al alcance de cualquiera y requiere mayor conocimiento, valor y compromiso que el simple pancarteo callejero o de fácil tertulia.

Como apoyo a lo expuesto, y partiendo de los datos que ofrece la página corporativa de la Coordinadora Feminista, existen 47 categorías de asociaciones feministas, de ellas solo una hace referencia a las “inmigradas” en la que su actividad se limita a unas serie de conferencias, algunas de lo más pintoresco. Sobre la mujer musulmana, la única referencia es de una conferencia dada en Cataluña sobre la prohibición del burka, en !2013!, ni una sola referencia más.   

Confieso que según voy escribiendo, mi grado de indignación va en progresivo aumento, y no por el apoyo de los catalanes (y resto de españoles y españolas) al Institut d´Estudis Catalans, sino por la miserable “ayuda” de nuestro gobierno a nuestra máxima institución lingüística y el miserable respeto que sienten nuestros miserables políticos hacia la riqueza de todos, claro que para algunos y algunas, como la actual vicepresidente del gobierno y máxima paleta ilustrada oficial, Carmen Calvo (¿o calva?) “el dinero público no es de nadie”, o “de pequeña me hacían estudiar urbanismo” (realmente era urbanidad, pero parece ser que no se enteró demasiado), “yo he sido cocinera antes que fraila”, “deseo que la UNESCO legisle para todos los planetas”, etc., etc.

El segundo dato de importancia en la citada entrevista, es la mención al encargo hecho a la Academia por la ilustre paleta citada anteriormente, de un informe sobre la modificación de la Constitución para ser redactada con un lenguaje “inclusivo”, al parecer el principal problema de nuestra Constitución, momento en el que se ilustra el asunto con una entrevista al académico Arturo Pérez Reverte, a quien las feministas extremas han jurado odio eterno, en el que este asegura que si alguna vez sale adelante algo parecido se va de la Academia dando un portazo o portaza, con lo que no puedo estar más de acuerdo.

Desgraciadamente estamos llegando a determinados extremos de gilipollez integral en nuestro país de bobos con mando en plaza, que si queremos dar la vuelta con cordura a este sinsentido, arbitrando una solución dentro de la llamada democracia, no nos dejan otra salida que encomendarnos a quienes para esa parte de la sociedad políticamente correcta de balido y pastoreo, sin más criterio que el ajeno, no son otra cosa que aquello que en su ignorancia pregonan a bombo y platillo como extremos, pues hasta ahora ninguno de los partidos al uso ha hecho absolutamente nada por la defensa de nuestra máxima institución cultural.

En mi anterior artículo exponía que “En España, obviando partidos independentistas, regionalistas, animalistas y demás familia, existen actualmente cinco principales opciones políticas: la izquierda (Podemos-IU), el centro-izquierda (PSOE), el centro (Ciudadanos), el centro-derecha (PP) y la derecha (VOX), sin presencia de extremas izquierda ni derecha, por mucho que se empeñen la izquierda y la derecha en calificar como tal al adversario.”

De estos partidos podemos conocer cual es su programa en casi todo (al alcance de quien sepa, quiera leer y comprenda lo que lea), e incluso en las cosas mas chungas, pero desgraciadamente poco sabemos sobre su postura en asuntos de la lengua (me refiero al idioma), pues parece que poco les interesa, como ya han demostrado tanto el anterior gobierno del PP como el actual del PSOE, con esa mísera “ayuda” a nuestra Real Academia, pero ¿y los demás?. Absoluto silencio.

Hoy la Academia de la lengua tiene bastantes desafíos ante la proa, en su labor de limpiar, fijar y dar esplendor a nuestro idioma, pues sobre todo, debido a un sistema educativo desastroso dirigido a nuestros jóvenes en las últimas décadas, el mal uso del idioma se ha generalizado, pues la mayoría de la población no lee casi nada, no escribe casi nada, y lo que hace lo suele hacer muy mal, tampoco redactan y tienen bastantes dificultades de comprensión e incluso a veces de hacerse comprender, sin que además, les preocupe demasiado.

Por otra parte, la aplastante demagogia política de combate al llamado lenguaje sexista a través de querer cambiar el genero de las cosas, ignorando que el sexo es algo consustancial a las personas, ni a las cosas ni al lenguaje, del que se pueden anular (limpiar) ciertas acepciones como “zorro”: hombre astuto y “zorra”: mujer pública, y similares, el resto requiere de estudios más serios y en mayor profundidad, pues, entre otros errores generalizados, no podemos decir “la presidenta” en lugar de “la presidente” ya que la palabra presidente significa el o la que preside el “ente”, no existiendo la palabra “enta” que nada significa, así la presidente es aquella mujer que preside el ente de que se trate, pudiendo hablarse de presidencia cuando se trate de no citar explícitamente a un hombre o una mujer, etc.

Como a los políticos parece que les interesa más utilizar el idioma en función de sus propios intereses, explotando la ignorancia de esa mayoría que compone el censo electoral, que tratar de hacer llegar al ciudadano el buen uso de la lengua, y por tanto nada sabemos en cuanto a lo que proponen al respeto, vamos a hacer un ejercicio de libre suposición en función de las siglas expuestas y las manifestaciones más significativas de sus representantes, citando las ocho propuestas (pueden surgir más en cualquier momento ya que la estupidez suele tender al infinito) que hoy están sobre la mesa en cuanto a lo que ha de emprender nuestra Real Academia con el idioma y su supuesta transformación en referencia al supuesto mal llamado lenguaje sexista.

1º. Dejar todo tal cual está.

2º. Sustituir el genero concreto por la cualidad, cuando se trate de citas no personalizadas. Director, solo cuando se trate de alguien concreto del sexo masculino y directora cuando del femenino, hablando de “la dirección” cuando no se refiera a alguien en concreto.

3º. Eliminar la economía del lenguaje en aras de ese lenguaje inclusivo tan en boga entre la horterada política. Socios y socias. Fontaneros y fontaneras, etc.

4º. Una degeneración del lenguaje inclusivo producto de una mayor ignorancia, como la presidenta en lugar de la presidente, portavoza en lugar de la portavoz, etc. 

5º. Pasar el plural de su terminación en “o” cuando incluye a todos, a “a”. Así cuando nombramos a las ciudadanas incluimos a todos y todas. Tras la derrota los futbolistas se sintieron apesadumbradas.

6º. Utilizar para los plurales la letra “e” equidistante entre la a y la o para citar a todos y todas. Todes les mediques curan. ¿Homenaje al bable?

7º. Utilizar el signo @ para los plurales. Tod@s l@s medic@s curan. ¿Como se lee esto? ¿Con “o”, con “a”, o con “e”?, ¿Será todarrobas larrobas medicarrobas curan?

8º. El invento puro y duro de “palabros” como miembra, periodisto, cuerpa, libras (supuesto femenino de libros), etc.

Entre las dos primeras citadas podemos encontrarnos al grueso de VOX, PP y Ciudadanos, mientras que entre las siguientes nos encontramos con la masa menos ilustrada del PSOE, políticos incluidos, Podemos, y sobre todo las organizaciones de extremo feminismo, llamadas ya por muchos, feminazis.

Por hacer un paralelismo con la política, podríamos considerar de extrema derecha la opción, no apuntada, de volver al castellano antiguo, como origen del español, mientras en la extrema izquierda localizaríamos lo apuntado para las opciones de 5º a 8º.

¿Como diríamos, Juan y María están enfadados? ¿Enfadadas?, ¿Enfadades?, ¿Enfadad@s? ¿Juan está enfadado y Maria está enfadada, cada uno y cada una con el otro y la otra?. ¿Que tal: los españoles y las españolas eligen a sus diputados y diputadas y a sus senadores y senadoras para ser representados y representadas?

En el restaurante, el camarero o la camarera al cocinero o cocinera. Mesa 5: El señor, merluzo, y para la señora una polla y de primeros y primeras, una de mejillonas para él y de almejos para ella. De postre, una helada de turrona y un pastel de galleto. Al final: tráigame el cuento. ¿le pago en euras o con tarjeto? 

¿Se puede ser más gilipollas o gilipollos?

  Si consideramos que en España es la izquierda y la mayor parte de los medios quienes, al unísono, marcan lo considerado políticamente correcto, malos augurios le esperan a la RAE. Si además, quien la mantiene en la miseria pudiendo financiarla íntegramente sin el menor problema, le encarga por medio de la vicepresidente del gobierno un estudio sobre una modificación de la Constitución, para ser redactada con lenguaje inclusivo, lo que suena a chantaje de lo más rastrero, el futuro que le espera se antoja bastante complicado si decide mantener su dignidad y buen oficio, antes que sucumbir al vil metal que conduzca a su subsistencia. 

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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