Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

¿Necesita la democracia de Consejos Consultivos?

Se anina el debate sobre la necesidad de mantener ciertos órganos secundarios autonómicos. Primero fue el Valedor quien salió a defender su permanencia y ahora ha sido la presidenta del Consejo Consultivo de Galicia. Quizás mañana salgan a la palestra la presidenta del Consello Económico y Social, o el del Consello de Relaciones Laborales y puede que se atreva a hablar también el responsable del Consello de la Competencia. Doña María Teresa Conde-Pumpido, presidenta del Consello Consultivo, nos regala nuevos argumentos para intentar justificar que no se elimine este órgano. Uno de los argumentos, es una variante del ya expuesto por el Valedor acerca del supuesto “bajo” coste. El otro, es el de su carácter “necesario” en una democracia. Intentaré explicar por qué estos argumentos no me parecen convincentes.

Los beneficiarios de estos cargos dicen que cuestan poco y para ello utilizan cifras relativas. Si el Valedor nos decía que sólo costaba el precio de un “chupa-chups”, la presidenta del Consejo Consultivo hila más fino y nos dice que “sólo” cuesta el 0’0223% por ciento del total del presupuesto de la Xunta. Aunque cuando el periodista le pide la cifra exacta lo que parece tan “poco” en realidad suma 2.165.719 euros, unos 360 millones de pesetas que se suman a los 331 millones de pesetas que cuesta el Valedor (que podría haber alegado que cuesta menos que el Consello Consultivo). Pero en tiempos de crisis esto deben ser minucias.

Pero Conde-Pumpido nos da otro argumento aparentemente más impactante. Dice que la supresión de estos órganos “puede hacer que se resienta la democracia”. El problema de este argumento es que todos los países occidentales con una democracia mejor que la nuestra (USA, Suiza, Alemania… ) ¡¡¡carecen de consejos consultivos!!! Claro que la Sra. Conde-Pumpido podría decir que Francia e Italia tienen Consejos de Estado. Pero entonces debería decir también que en Francia (60 millones de habitantes) sólo hay UN consejo de este tipo y que además es diferente a los de España porque ejerce las tareas del Tribunal Supremo para asuntos contencioso-administrativos.

Hagamos un pequeño ejercicio de “memoria histórica”. En agosto de 2003 el Tribunal Superior de Justicia de Galicia declaró que el Consello consultivo de Galicia violó la ley cuando acordó la contratación, por libre designación, de cuatro secretarias para sus miembros. En mayo de 2008 el Tribunal Supremo confirmó esta sentencia. Está claro que en una democracia debe haber controles. Pero parece que deben ser los de los tribunales de justicia.

NOTA:
Este artículo se ha publicado en el diario ABC, edición de Galicia, el lunes 11 de julio, junto a un reportaje de Evaristo Amado titulado «Galicia derrocha 46 millones al año en su red de organismos duplicados«.
Es recomendable también la lectura del artículo de Alfredo Aycart «Organismos decorativos«.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

Lo más leído