El campo ha sido su vida. Ahora, desde la distancia, rememora las transformaciones que ha sufrido el agricultor en su penoso trabajo, los adelantos técnicos y los problemas casi insolubles de la agricultura española, por el olvido de la administración y el gobierno de turno. No ha disminuido la fascinación que le producían las maravillas diarias de la naturaleza. Es más, se ha embarcado en el proyecto artesanal de plasmar en garrotes las cabezas de animales y aves que alegraron su infancia. En la Cafetería DeBelén en Almansa, podrás contemplar dicha exposición. Y, con un poco de suerte, hasta el mismo Manuel te la puede explicar.
1-¿Por qué eligió esta profesión?
Con 13 años de edad y en plena Guerra Civil no tuve otra opción. Mi padre me fue metiendo poco a poco en las faenas del campo propias de la época.
2-¿En qué lugar la desempeñó y durante cuánto tiempo?
En la finca “El Carrascal”, entre los términos de Bonete y Alpera. Allí me crié, a los 12 años hice de “gorrinero” y a los 16 ya llevaba un par de mulas labrando. Después, de casado trabajé en una finca próxima llamada “Villa Manuela del Carrascal”, aunque por los años 60 ya residía en Almansa con la familia. Al jubilarme, vendí las tierras de labor, de lo que no me arrepiento.
3-¿Ha experimentado todos los cambios trascendentales en la agricultura: mulas, tractor, cosechadoras?
Por supuesto, aunque mi trabajo en mi tractor de entonces fue muy penoso, al carecer de calefacción y aire acondicionado. En los crudos inviernos pasé mucho frío y en los veranos calurosos me asaba. Pero fue el mayor adelanto conocido respecto a las mulas.
4-Enumere algunas faenas típicas de la agricultura del pasado.
Recuerdo de manera especial el arado romano de madera y reja de hierro o la vertedera. Había que sacar el surco muy derecho pero si se torcía se justificaba con la expresión de que las “tortijas” eran buenas porque se detenía y remansaba el agua. Se le daba bien “hacer el corte” (trazar un surco recto), aunque no tanto como a Manolo “El de Pasaconsol”.
5-¿Qué recuerdos le trae esas vivencias?
Pues, si quiere que le diga la verdad, ninguna en especial. Es más, ahora observo y me gusta más el campo. De todas formas, tengo presente siempre en mi memoria la imagen de que cuando iba a labrar, montado en la mula, siempre estaba leyendo algún libro o novela. En esa posición leí a Alejandro Dumas, Julio Verne, Sherlock Holmes, El Coyote, Buffalo Bill y las novelas del oeste de M. L. Estefanía. Y por la noche seguía leyendo, a la luz de un carburo o del candil. Era un devorador de libros.
6-¿Qué opina de la política actual de precios en el sector donde los agricultores venden sus productos a un precio muchísimo más bajo que luego están en el mercado? ¿Cuál sería la solución?
Los agricultores llevamos protestando muchos años porque las ganancias se las llevan los intermediarios que son los que menos exponen. El Estado tendría que controlar más este gran desajuste.
7-¿Por qué hay tan pocos jóvenes agricultores?
Los agricultores han estado discriminados respecto a los trabajadores de la industria en los salarios y la jubilación, aunque creo que ahora quieren equipararlos. Además, es un trabajo duro y no rentable para los pequeños agricultores, la subida excesiva de los carburantes, el abandono de las tierras por los trabajos en la industria y los servicios de la gran ciudad, el precio bajo en origen de los cereales… Son muchas las causas.
8-¿Piensa que es verdadera la fama que tienen los agricultores de ahorradores y “agarraos”?
Los agricultores de secano han tenido pocas épocas buenas. De ahí su fama de ahorradores y, si Vd. quiere, de tacaños. Pero hay que pensar que las sequías o los pedriscos frecuentes daban al traste con la cosecha y había que esperar dos años (el actual y el de la rastrojera) para esperar otra cosecha. En cambio, el agricultor de regadío, con dos o tres cosechas anuales, siempre se defiende mejor.
9-¿La ganadería depende totalmente de la agricultura o tiene mejor salida?
Antes la ganadería solía ser un complemento de la agricultura. Actualmente, con la especialización y los adelantos, se puede ser ganadero autónomo e independiente de la agricultura.
10-¿Ha sido feliz en esta profesión? ¿Si volviera a nacer elegiría el mismo camino o le daría otra orientación dentro de la agricultura?
He sido feliz en mi profesión y me he conformado. Pero ahora me lo pensaría. Me hubiera gustado ser ferroviario o maestro en mi época porque era más fácil acceder a estos empleos. Actualmente todo es más difícil y hay más gente que opta a lo mismo.
11-¿Puede citarnos alguna anécdota o hecho extraordinario de agricultores que ya son una leyenda?
Para caso extraordinario el de mi abuelo “El Pepinero” (el mote se debía a que vendía pepinos y hortalizas por los pueblos), que, sin tener idea del campo, con sus ahorros fue comprando bancales hasta llegar a más de 2.000 hectáreas. Se compró un coche de la época y tenía chófer de sombrero y corbata.
En otra ocasión, cayó un pedrisco enorme en la aldea (tan fuerte que a otro día tuve que reponer muchas tejas del tejado), y el granizo alcanzó una altura considerable. Le dije a mi mujer que si quería que lo recogiera para conservar alimentos. Me contestó, enfadada, que no quería frío de ése. Y así fue como compré el primer frigorífico.
12-¿Con quién relaciona las maravillas que nos ofrece la Naturaleza?
Lo he relacionado todo con la misma naturaleza. Y creo, sin ser demasiado creyente, que quizás Dios tenga algo que ver en el origen de tanta maravilla.
13-Sabemos que le gusta hacer garrotes con cabezas de animales sobre todo, ¿cómo le surgió esta afición artesanal?
Nació por casualidad. Una vez jubilado y sin tierras que labrar, empecé con el palo de una escoba y una navaja y me propuse copiar cabezas de animales y pájaros que tantas veces había visto por los campos. Luego he usado otra clase de ramas de árbol.
14-¿Qué le falta a quienes han huido del campo para vivir en la ciudad?
Hay que enseñarles otra vez la vida del campo. Que lleven a los escolares a las granjas y descubran el origen y cultivo de la mayoría de nuestros productos alimenticios y entren en contacto con los animales de corral, de tiro, y de la cabaña ganadera. Los pollos no se crían en Mercadona, como desgraciadamente dicen algunos niños.
15-¿Como le gustaría que le recordaran sus hijos, nietos y amigos?
Primero como buen padre que he intentado ser. Siempre les he aconsejado lo mejor, pero les he dejado que ellos mismos eligieran su camino en la vida.
En la profesión, como un sencillo y honrado labrador de los que tanto abundan. Y decirles a todos que todavía me emociono al visitar los campos y fincas donde pasé los mejores años de mi vida.
¡Muchas gracias, Manuel!
Cyrano de Bergerac, 8 de Marzo de 2012.
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