Recibo por whatssapp este vídeo del 21 de junio de 2019 del Foro Conservador. Se titula “Hija de pareja lesbiana: -el otro lado del arco iris-”. Este el testimonio de Millie Fontana, hija de una pareja lesbiana: como ella, hay muchos, pero tristemente, los medios de comunicación dominantes no informan casos como los de ella, ya que, contradice la narrativa pro-LGBT.

Y en una exposición ante el público dijo: “Mi nombre es Millie Fontana y tengo 23 años. Y soy hija de una pareja lesbiana concebida por un donante”. “Estoy aquí de pié con el apoyo de todos mis tres padres”. “Este es un testimonio que es indudablemente, algo inaudito, porque nadie quiere escuchar sobre el otro lado del arco iris.” “El lado que no es atendido, que no crece feliz”. “Y crece con una idea disidente de lo que debería ser una estructura familiar.”

“Al crecer, yo quería un padre. Lo sentía dentro de mí que extrañaba a un padre, incluso antes de que pudiera articular lo que era un padre. Sabía que amaba a mis dos madres, pero no podía señalar qué era lo que me faltaba dentro de mí.”

“Cuando ingresé en la escuela, comencé a darme cuenta al observar a otros niños y su vínculo amoroso con sus padres, que realmente me estaba perdiendo algo muy especial. Me mintieron durante toda mi educación: me dijeron que no tenía padre, o que quizás no sabían quien era él”. “Fue muy difícil para mí afirmar una identidad estable debido a esto, y mi estabilidad conductual y emocional sufrió mucho debido a esto.

“Estoy aquí ante Vdes., criada como atea sin afiliaciones religiosas. Yo estoy de pie junto con los Cristianos, porque hasta ahora en este debate. Los Cristianos son las únicas personas que tratan de exponer los problemas que afectan a los niños. Los Cristianos, hasta ahora, son las únicas personas que tratan de iluminar historias como la mía. Nadie en el cabildeo LGTBI quiere escuchar a alguien como yo, porque ahora, el “amor es amor”, ¿verdad?. Nosotros no existimos.

“Al crecer me miraba en el espejo y pensaba: ‘¿De donde obtuve estos ojos verdes? ¿De dónde obtuve estos aspectos de mi personalidad, estos talentos que ninguna de mis dos madres tenía?’. La respuesta a eso era simplemente mi padre. Pero en realidad no es solo el padre o ‘el donante’, como les gusta llamarlo.” “Resulta que tengo un tio, tengo una tia y tengo una abuela, junto con muchos primos cariñosos”. “Cuando eligieron qué parte de mi identidad era aceptable para revelarme, me robaron algo.”

“Y donde otros niños podían mirarse en el espejo y reconciliar esas partes y decir ‘amo las partes de mi madre’ o ‘amo las de mi padre’, yo no podía. Porque a mis ojos, eran mis madres quienes decidían qué partes de mí eran aceptables de revelarme.

“Conocer a mi padre a los 11 años de edad fue probablemente la única vez que fui una niña estable. Vi por primera vez quién era yo. Lo miré a los ojos y pensé: ‘esa es la parte que me hacía falta’. No porque haya fantaseado con tener un padre sino porque pude ponerle una cara a quien era. Pude mirar a alguien que era igualmente responsable de mi existencia. Podía afirmar mi identidad basada en este hombre. Y si no hubiera conocido a mi padre, yo no estaría con Vdes. hoy porque mi reacción emocional, al no tenerlo en mi vida, incluso a una edad temprana, fue devastadora y me hizo retroceder en mi desarrollo”.

“Quiero hablar de la igualdad real. Se habla mucho sobre la igualdad desde el Lobby LGTBI pero, en cierto modo, me pregunto cuál es su definición de igualdad porque, para mí, Igualdad era que se me dijera la verdad, que se me respetara como persona en conjunto y no solo en función de lo que mis padres deseaban hacerme saber”.

“Igualdad era poder mirar a ambos lados de mi familia genética y comprender quien era yo. Igualdad no es decir que porque algunos estudios voluntarios… (Continuará en (2)…)
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Juan-Ramón Moscad Fumadó
Economista Almansa
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