Esta es la pregunta en la que más errores comenten los candidatos

Cómo establecer las expectativas salariales en una entrevista de trabajo

Las expectativas por debajo de lo que el puesto implica infravaloran tu condición de profesional. A su vez, pedir demasiado tampoco es acertado, porque puede automáticamente sacarte de la carrera por el puesto. ¿Qué hacer? Descúbrelo a continuación

Cómo establecer las expectativas salariales en una entrevista de trabajo
Entrevista de trabajo

Cualquiera que haya pasado por una entrevista de trabajo se habrá encontrado con que, en un momento determinado, el entrevistador le habrá preguntado acerca de las pretensiones salariales. Con esta cuestión, el reclutador, en realidad, no pretende conocer cuáles son sus expectativas en relación con el sueldo que le pueda ofrecer la empresa. Todo lo contrario.

La primera vez que esta pregunta se plantea en el transcurso de la entrevista es para tratar de averiguar si al entrevistado lo único que le importa es la retribución que obtendría por su trabajo o si, por el contrario, sería una persona comprometida de verdad con la empresa y sus proyectos. Lo que buscan las compañías es este segundo tipo de personas. Por ello, conviene saber que esta pregunta puede surgir en cualquier momento y, por tanto, que debe llevarse la respuesta preparada de antemano. De hecho, según las estimaciones de Adecco, tres de cada cinco entrevistas de trabajo fracasan porque los candidatos no las habían preparado de forma adecuada, en especial, en lo referente a las pretensiones salariales.

Cuando surge la primera vez la pregunta acerca de las expectativas salariales lo mejor es contestar que lo que más le importa a uno es el proyecto empresarial en sí mismo, el poder sentirse a gusto siendo parte de él, el poder aplicar las capacidades y conocimientos a su desarrollo, etc. De esta forma, se muestra el interés por la empresa.

No obstante, la cuestión de las expectativas salariales puede volver a surgir a lo largo de la entrevista y, en este caso, lo que se pretende con ella es conocer de verdad las pretensiones salariales del candidato. Según un artículo de Universia, el portal de las universidades españolas, el error más común que se comete en este caso es pedir demasiado poco.

Según el artículo, las expectativas salariales por debajo de lo que el puesto implica o lo que deseas quitan valor a lo que haces, infravaloran tu condición de profesional. Asimismo, en muchos casos se traduce en desesperación por conseguir ese puesto, algo que nunca es bueno mostrar. A su vez, pedir demasiado dinero tampoco es acertado, porque puede automáticamente sacarte de la carrera por el puesto. La sobrevaloración puede demostrar arrogancia.

Entonces, ¿qué debes decir si en una entrevista te preguntan cuánto dinero te gustaría ganar?

Esta pregunta parece no tener salida. No obstante, hay una respuesta acertada, tal y como recoge el artículo de Universia. Según explica Laura Ramos Cardador, responsable del Proyecto Prácticas Formativas Grupo Santander desde Universia, «lo más sensato es comentar la banda salarial en la que te encuentras actualmente en función de tu formación académica, experiencia profesional e idiomas». Si demuestras que tienes experiencia y una formación que acredite tu profesionalismo y salario, entonces seguramente se valore tu opinión al respecto.

Esta es una buena opción, ya que según revela un estudio de Robert Half International, elaborado a partir de 1.600 entrevistas telefónicas a directores financieros de empresas con un mínimo de 20 empleados, casi el 40% de las empresas aceptaría negociar el monto de los salarios de las nuevas contrataciones, siempre y cuando esos ejecutivos sean reconocidos como buenos profesionales.

Con respecto a la cifra, Ramos Cardador sostiene indicar un número aproximado, de «entre…. y…. euros brutos al mes (en términos laborales generalmente hablamos y nos hablarán de bruto mensual)». No necesariamente debes resumir las expectativas salariales, sino que «podemos interesarnos por los beneficios sociales que tiene la empresa (subvención de comida o tickets restaurante, ayuda al transporte, seguro médico, guardería, etc.)», indica.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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