El segmento de los pequeños urbanos deportivos vivió en la década de los 80 una época gloriosa que supuso el alumbramiento de un concepto fundamental para el mundo de la automoción, el del GTI, ese coche pequeño, ligero y con potencia suficiente para hacer temblar a deportivos de campanillas a nada que la carretera se retorcía. Son los años de gloria del abuelo del coche con el que esta semana nos hemos dado unas vueltas al madrileño circuito del Jarama para comprobar que aunque las ventas no acompañen, del 205 GTI se vendieron más de 300.000 unidades y con el 208 GTI no se ha llegado todavía a las 15.000, el espíritu se mantiene intacto en Peugeot Sport.
Y no solo en el departamento encargado de los productos deportivos de la marca francesa sigue viva esa llama, la edición 30 aniversario del 208 GTI llegaba a finales de 2014 con un setup específico que convierte al pequeño deportivo de Peugeot en un arma mucho más eficaz cuando se conduce al ataque, y las 500 unidades que iban a producir ya se han vendido y no pueden atender la enorme demanda del público, por lo que aunque todavía no es oficial los ingenieros ya están barajando un nuevo nombre para dar continuidad a este modelo. A España de momento llegarán 15 de esas unidades 30 aniversario.
Dejando a un lado los evidente detalles estéticos, entre los que destaca la sustitución de los cromados por elementos en negro o gris mate, llantas de diseño especial de 18 pulgadas y tres colores específicos, blanco perla nacarado, rojo rubí y bitono (que combina el negro con una parte de rojo en la zona trasera del coche cortado en diagonal), este 208 GTi ha sido mejorado con un único objetivo: lograr un mayor rendimiento en circuito, y para ello 14 cualificados empleados emplean 26 horas extra con cada coche.Si algo destaca por su eficacia es el nuevo diferencial Torsen de deslizamiento limitado, que aumenta la estabilidad en la frenada y permite una mejor tracción en curva con menos subviraje, lo que redunda en poder acelerar antes.
La barra estabilizadora se ha reforzado y retrasado, las suspensiones van 10mm más bajas y duras, los frenos aumentan su diámetro y llevan pinzas brembo de 4 pistones y los neumáticos firmados por Michelín son unos Pilot Super Sport exclusivos. Además el motor, que sigue siendo el 1.6THP se ha revisado en inyección y escape para ganar 8CV y 25Nm frente al GTI normal y se le siente mucho más desahogado. El sonido conseguido es además muy racing, animando en todo momento a pisar el acelerador más y más.
Su motor rinde 208Cv y 300Nm de Par, y por si fuera poco este bloque cumple normativa Euro6, lleva Stop&Start y homologa unas emisiones de 125g, con lo que entra en Plan Pive. Todo ello les permite hablar de hasta 2 segundos ganados al crono en el circuito de Paul Ricard, y además su carácter es muy elástico en conducción diaria, pero lo mejor de todo es la confianza que transmite su conducción, es ágil y permisivo y proporciona diversión a raudales al conductor, lo cual es mucho decir.
Todo este arsenal supone un sobrecoste de 3.800 euros sobre el Peugeot 208 GTI de serie, con lo que el precio tarifa se va hasta los 26.850 euros sin incluir las ayudas, pero tras comprobar la mutación de carácter tan acusada que experimenta y la exclusividad que consigue este urbano no tenemos ninguna duda de que nadie se arrepentirá del desembolso.
