Que Pedro Sánchez iba a indultar a los delincuentes del «Procés» no era ninguna sorpresa.

Que lo iba a hacer exclusivamente como moneda de cambio para mantenerse sencillamente en el Poder unos años más, pues conociendo al personaje, era lo previsible.

Que lo va a hacer en el puente de Agosto de 2021 siguiendo el consejo de Iván Redondo, pues es lo más lógico, en orden a mitigar lo máximo posible el impacto de indignación que dicha decisión traerá cuando la misma se vea reflejada en el BOE.

Ahora, lo que hoy hay dejado claro nuestro Presidente del Gobierno de la nación es que no estamos ante el típico Nerón q berrea y aporrea un arpa mientras ve arder en llamas su espacio vital, no, estamos ante un auténtico sinvergüenza que es plenamente consciente de lo que está haciendo y del porqué lo hace.

No hay más que ver la rueda de prensa de hoy de dos minutos: para él, la Constitución española si bien obliga a la legalidad uno de sus valores no es el revanchismo sino la concordia. Y que el futuro es lo que hay que lograr.

Es la perversión del lenguaje en su más cruda y terrible versión.

A diferencia de lo que Iván piensa, ésto sí va a provocar una ruptura difícilmente salvable por los futuros brotes verdes Económicos y sanitarios y vitales varios. Esto destruye la Democracia avanzada y nos acerca a otros escenarios conocidos allende los mares. Pero esta vez de verdad.

Revansanchismo.

Un abrazo fuerte a Bego y a las niñas, estarán orgullosas de Pedro.

A cuidarse, meus.

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