El Acento

Antonio Florido

(3) Hijos y amantes

Una novela, la tercera, del autor inglés D. H. Lawrence (1885-1930). Publicada en 1930. Se narra la historia de Paul Morel, segundo hijo de un matrimonio formado por Gertrude Morel y Walter Morel. La madre era de origen distinguido. El padre minero. Un matrimonio lanzado por la pasión que muy pronto fue degenerando, rompiendo en mil pedazos no sólo la vida y esperanzas de la esposa, sino la de sus hijos. Aunque son cuatro los hijos del matrimonio, solamente cobran importancia literaria los dos mayores, William y Paul.
Lawrence escribe de manera suave, sin pausas, encadenando todos los sucesos de modo que parece que todo fluye natural como las aguas imparables de un río. Un magnífico escritor dotado especialmente para los elementos descriptivos (habla y analiza la naturaleza y te pone los elementos delante, como si pudieras oler las nomeolvides de que tanto habla, o los bellos atardeceres, o los cielos anochecidos, que adquieren una hermosura y que contagia) y para el análisis más exigente del pensamiento humano. En Lawrence hablar de los sentimientos de cada personaje, del amor, del odio, de la ternura… se convierte en una tarea sencilla (o al menos así lo parece). Es minucioso hasta la exacerbación, maniático del orden lógico (su propia lógica).
Lucha entre la madre y sus hijos. Porque el padre, cuando se emborracha, desaparece de la mente de la esposa, y ésta se vuelca, entonces, sobre William primero, sobre Paul después. Gertrude Morel es poderosa. Despliega ante todos un amor desmedido, sin límites, dispuesto este amor a conseguir que sus hijos no sean totalmente independientes. Ellos viven en ella, viven de ella. Tanto es así que asistimos, mientras leemos, a un enfrentamiento brutal entre la amante fugaz del primero y las dos amantes más perseverantes del segundo. Pero ellas no tienen nada que hacer ante el amor de Gertrude por sus dos hijos. Duele saber que la busca de la independencia sea obstaculizada de esta manera tan manifiesta, pero la madre es una figura clave de la obra, quizás la que más, y sus hijos meras excusas para construir la estructura literaria de esta obra maestra. Libro denso, denso y extenso (unas seiscientas páginas), que se lee con ansia por avanzar todo lo posible, por saber qué pasará con tal o cual relación.
Se habla de obra autobiográfica. Tal vez. Por el ambiente minero, por el barrio, por el contexto social, puede. Pero emerge de una forma especial el complejo de Edipo. La madre se comporta como la verdadera amante de esos hijos que pretenden alzar el vuelo, lejos de casa. Miriam y Clara, dos bellos pretextos para afirmar más si cabe esta dominante relación. Quizás este obsesivo papel de poder llevará a la madre a intentar volver a su original clase social. Los hijos, al menos Paul, ya lo intentaron, pero siempre la sombra de Gertrude en sus vidas, doblando sus destinos, desviando sus amores, destruyendo absoluta y despóticamente toda posibilidad de calma, de vida, de sosiego, de realización autónoma.
Una historia que choca brutalmente con el alma del lector; bella, más que bella, admirable, exquisita, hermosa hasta la extenuación. Imprescindible.
Vale.

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Autor

Antonio Florido

Antonio Florido nació en Carmona (España), en 1965. Estudió Mecánica, Ingeniería Industrial y Ciencias Políticas. Aunque comenzó su oficio de escritor con la poesía, reconoce que se sintió tan abrumado por la densa humanidad de este género que tuvo que abandonarlo

Antonio Florido

Antonio Florido nació en Carmona (España), en 1965. Estudió Mecánica, Ingeniería Industrial y Ciencias Políticas. Aunque comenzó su oficio de escritor con la poesía, reconoce que se sintió tan abrumado por la densa humanidad de este género que tuvo que abandonarlo

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