A Contracorriente

Enrique Arias Vega

No nos enteramos de lo que pasa

Bastante gente manifiesta su indignación mediante la toma de plazas y otras concentraciones callejeras. Pero, oyendo sus proclamas y sus eslóganes, parece como si sus males fuesen por culpa de cuatro ricachones y que con poner las cosas del revés basta para solucionarlos.

Muchos más nos mostramos indignados en conversaciones con los amigos y vecinos y criticamos a unos políticos —insensatos, ignorantes o corruptos, según los casos— a los que indefectiblemente continuamos votando.

Luego, claro, están quienes sufren en sus carnes el drama del desempleo y la desesperación de no saber si volverán a tener trabajo. Y ésa sí que es la auténtica tragedia.

Pero todos, unos y otros, oímos a nuestros dirigentes, como Rodríguez Zapatero, decir que ya “estamos saliendo de la crisis” y que se avizoran “brotes verdes” al borde del camino. Quienes aspiran a su relevo, como Mariano Rajoy, nos prometen que todo volverá a ser como antes y que “no habrá copago sanitario”, por ejemplo, ni demás “recortes sociales”.

Mal está que nuestros políticos en ejercicio nos mientan, pero peor es que nosotros no nos enteremos de que lo están haciendo.

Solo el día en que dejan de tener responsabilidades, algunos de ellos se acercan tímidamente a la verdad, como el ex consejero de Sanidad valenciano, Manuel Cervera, quien acaba de afirmar que el sistema sanitario puede quebrar en cuestión de meses. Muy pocos lo hacen cuando aún están en el machito, como Artur Mas, quien justifica los recortes de su Gobierno para que “Cataluña no caiga por el precipicio”.

Todos los demás también saben que nuestro futuro es más que sombrío, aunque hipócritamente lo ocultan. El catedrático Santiago Niño anticipó hace cinco años la crisis que se avecinaba en su lúcido libro El Crash del 2010, donde explica —ojo— que “la consecuente depresión posterior puede alargarse hasta el 2020”.

Para poner los pelos de punta. Todo eso, porque “el mundo ha estado demasiados años malbaratando recursos” y a partir de ahora “tendremos que consumir lo que de verdad necesitemos”.

Encima, a España las cosas le pueden ir peor que a otros países, decía en sus vaticinios, debido a nuestra actividad intensiva en factor trabajo, la cual genera poco valor añadido y nos hace depender más del mercado exterior y del crédito.

O sea, que digan lo que digan los políticos, ellos saben mejor que nadie que vamos a vivir mucho peor y conviene, maldita sea, que nos vayamos preparando para ello.

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Autor

Enrique Arias Vega

Periodista y economista bilbaíno, diplomado en la Universidad de Stanford (USA), lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundode Nueva York.

Enrique Arias Vega

Periodista y economista bilbaíno, diplomado en la Universidad de Stanford (USA), lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundode Nueva York.

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