Mi tesis ha ido avanzando contra viento y marea. El marco teórico se me ha hecho más largo y complejo de lo que había barruntado. Pero el tiempo pasa y las páginas van cayendo una tras otra con buena cadencia. Capitulo a capítulo.
Quedará, por supuesto, el repaso final. Coger las tijeras y podar. Pulir. Sacar brillo, una vez extraída la hojarasca.
(Miro hacia atrás y ya veo más camino recorrido que el que inexorablemente todavía debo recorrer. Es larga la travesía de un doctorando)