El iracundo devoto hizo suya una de las mayores paradojas, y le asestó a un anciano un puñetazo en toda la cara con tal de ‘quedar bien’ con el santo de turno.
Ocurrió en las últimas horas en Sevilla, donde este violento suceso enturbió la procesión de la Hermandad de San Esteban. ¿El motivo? Ver quién cogía el mejor sitio para ver el desfile.
La víctima comenzó a sangrar de inmediato y la Policía hizo acto de presencia para mediar entre los asistentes.
El agresor se dejó ver visiblemente afectado por su impulso cuando los asistentes comenzaron a increparle. Todo un ejemplo.