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Alaska cabreada, llama catetos a los que cuestionan su orientación sexual y la de su marido

Alaska cabreada, llama catetos a los que cuestionan su orientación sexual y la de su marido
Alaska y Mario EP

El festival ARN Culture & Business Pride cuenta con música y conciertos, como todos los festivales, pero también tiene un lado diferente al resto de festivales, cuenta con un programa completo de conferencias, conciertos internacionales y fiestas de primer nivel que componen el Pride más importante en el top 10 internacional en eventos LGTBIQ.

Alaska ha sido galardonada con uno de estos premios, el premio People, que según ella se lo han dado por hacer de altavoz de la comunidad: «No me siento día a día a reunirme con un alcalde, con un presidente o con la comisión de derechos humanos, pero servimos de altavoces con nuestra propia vida…».

La cantante nos ha confesado qué supone este premio para ella, y cuál es toda su implicación con el colectivo LGTBIQ.

CHANCE: ¿Qué te parece la propuesta del ARN Culture & Business Pride?

Alaska: Me parece que es un festival que sale de los tópicos. Nosotros sabemos divertirnos pero también nuestro mundo implica otras cosas que no son solamente, la música, las discotecas o los desfiles. Este festival tiene mucho de eso también, música, conciertos y todo lo que se puede esperar de un festival pero también tiene el otro lado, el encontrarte con personas que son empresarias, que te van a dar una visión que no es sólo la artística. Además es una cosa muy global: los premios, las conferencias, las actuaciones…

CH: ¿Cómo te sientes al ser galardonada con el premio People en los ALAN TURING? A: Pues a ver, esto siempre es un poco complicado. Los premios en sí ya lo reflejan: hay muchos tipos de personas que puede considerarse que merezcan un premio. Hay muchas que están en el anonimato día a día están ahí y que al fin y al cabo son las que luego consiguen que las leyes se cambien. Y luego hay otras, como yo, que no se sientan día a día a reunirse con un alcalde, con un presidente o con la comisión de derechos humanos, pero servimos de altavoces con nuestra propia vida. No es porque tengamos que ser portavoces de nada. Yo creo que a mí el premio me viene dado por mi forma de vida, por lo que soy, por lo que he sido y lo que eso puede suponer en un momento dado para personas que no tienen esa visibilidad como la puedo tener yo.

CH: ¿Cuál es tu implicación en la lucha LGTB?

A: Yo no siento que tenga una implicación en la lucha porque siento que es mi vida. A veces los pequeños detalles son tan increíbles que no te das cuenta porque como es mi mundo y mi vida yo lo veo todo normal. Yo veo normal tener una cajera transexual en los años 90 tener en la discoteca que yo tenía en Buenos Aires. Y siempre me decía que le hacía muy feliz trabajar allí, porque decía que no era guapa, ni podía hacer un show, pero tenía un trabajo de cajera que es algo que ella no se podría haber imaginado. O recorrerme España con mis bailarinas y bailarines… Son tonterías. Pero tú cuando tu mundo lo muestras, lo haces un poco menos raro para los demás. También nuestros programas de televisión donde tiene cabida todo lo que es nuestro mundo y a veces que un niño o una niña de 6 años esté viendo el programa y se encuentre con una realidad que desconoce y que la viva con normalidad pues siempre sirve para algo.

CH: ¿Un deseo para el colectivo?

A: Que pudiéramos dejar de hablar de todo esto, de colectivo, que pudiéramos hablar de individuos, que también es muy importante e interesante. Porque a veces la necesidad de colectivizar que es necesario para poder entendernos y expresarnos, olvida a cada individuo que ese colectivo se supone que representa y a veces se acaban diluyendo las personalidades. Cuando llegue el día que no tengamos que hablar de nada de esto pues seguramente todo esto será mucho más brillante. También te digo que yo no soy una utópica, creo que el mundo es mundo y su lado negativo va a existir siempre lo que pasa es que ahora tenemos la ley en nuestra mano. Antes te pegaban y como fueses a denunciar te pegaban más. Ahora te pegan, puedes denunciar y se supone que la ley está de tu parte y te ampara, pero el que te pega va a existir siempre, otra cosa es que se convierta en una excepción, que sería lo deseable.

CH: ¿Cómo llevas el hecho de que se cuestione la orientación sexual de Mario constantemente?

A: En un principio lo llevas como riéndote porque no le das importancia pero es verdad que llega un momento que dices: «Pero vamos a ver gilipollas, ¿tú quién te crees que soy yo o qué necesidad tengo de engañar?». Si a mí me gustara una tía o me enamorase de ella yo no tendría el más mínimo problema y si a Mario le gustara un tío no tendría el más mínimo problema. ¿Qué clase de mentalidad retorcida tiene alguna gente que cree que estas cosas funcionan así? Y es obvio que estas cosas también funcionan así y a lo mejor por eso la gente cree que todo es así, pero en mi mundo no lo es. Y luego la catetada de que porque un tío tenga pluma, use tacones o se maquille pues sea maricón. Eso denota que hay poca cultura del rocknroll, que no has visto a Prince, a las New York Dolls o a Bowie. Es un poco todo eso y es verdad que al principio dices: «¡Vaya catetada!» pero llega un punto en que dices: «Perdona, ¿me estás diciendo a mí que yo hago un paripé con mi vida?». Y además, me raya y pienso: «¿Y por qué creerán que me compensaría a mí o a Mario este paripé?». Es en esos momentos en el que te das cuenta que tú vives en un micro-mundo. Además, como yo he crecido entre maricas, nunca he sentido las cosas que sienten otras mujeres en su desarrollo desde adolescente, hasta conseguir un trabajo… Yo trabajo en lo que trabajo y me he movido con quién me he movido. Entonces, todo eso sé que existe y que es así pero a mí me resulta muy ajeno como experiencia vital. Tengo esa suerte o he elegido muy bien mis compañeros de trabajo, mis amigos, mis amantes… lo que fuera.

CH: ¿Es una responsabilidad haber sido y seguir siendo un icono de la movida madrileña a día de hoy?

A: Pues no, porque tú no te lo has cogido como un título que te han dado. Es más como un comentario, un añadido a lo que tú eres. Sobre lo que tú has hecho, alguien ha decidido que sea así, de la misma forma que alguien habrá decidido que no sea así. No olvidemos que esto está lleno de opiniones y hay gente para la que puedas ser muy fundamental y otra que diga: «¿Pero que están diciendo estos imbéciles si a mí lo que me gusta es Joann Báez?». Es muy fácil generalizar cuando tenemos una visión, pero la visión contraria la tiene el del al lado, entonces yo esto ni lo pienso. Para mí la responsabilidad está conmigo misma: si me gusta el disco que voy a sacar o me gusta el concierto que voy a hacer, para mí es suficiente.

CH: ¿Te gustaría haber sido anónima?

A: No, no me gustaría haber sido anónima pero sí tener una capa invisible. Yo no soy una persona que me guste llamar la atención, soy tímida y me gusta mucho observar pero no puedo observar porque antes me observan a mí. Entonces tener de vez en cuando la capa de invisibilidad para colarme en sitios y poder mirar sin que se cambie la visión, porque ya la altero yo con mi propia presencia, pues eso sí que me gustaría. Pero bueno, he elegido ser lo que soy y en mi caso empezó como algo unido a una profesión y tampoco tengo nada en contra de los famosos que no tienen profesión, me parece muy warholiano y están en todo su derecho.

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