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Tenía sólo 56 años.
La mañana se vio sacudida en Canarias y Madrid con la noticia del fallecimiento de Dulce Xerach, una destacada figura cultural, escritora y exdiputada.
Fue encontrada sin vida en un hotel de la capital el pasado viernes.
Su partida, inesperada, deja un vacío palpable en el ámbito cultural y político de las islas, donde su legado continúa presente en instituciones, obras literarias y proyectos que impulsó con gran pasión.
La muerte de Dulce Xerach Pérez se produjo de forma sorpresiva, según han confirmado fuentes oficiales.
Se encontraba alojada en Madrid, ciudad que visitaba con frecuencia tanto por motivos profesionales como personales. La conmoción es evidente entre compañeros de partido, artistas y lectores que han manifestado públicamente su tristeza, recordando su entusiasmo por la cultura y su defensa del patrimonio canario.
Nacida en Tenerife el 7 de mayo de 1969, Dulce Xerach demostró desde joven un profundo interés por la cultura y el servicio público. Se graduó en Derecho en la Universidad de La Laguna y amplió su formación con másteres en gestión empresarial y patrimonio cultural, además de obtener un doctorado en Arquitectura por la Universidad Europea de Madrid.
Su trayectoria profesional siempre estuvo ligada a la docencia, la gestión y la creación cultural.
En 1995 comenzó su andadura política en el Cabildo de Tenerife con Coalición Canaria, donde pronto ocupó cargos relevantes: fue consejera de Cultura del Cabildo, viceconsejera del Gobierno de Canarias y diputada regional. Entre sus logros políticos destaca la creación del Tenerife Espacio de las Artes (TEA), así como la reconversión del Espacio Cultural El Tanque y su presidencia del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, instituciones que modernizaron el panorama artístico insular.
Paralelamente a su faceta política y gestora, desarrolló una carrera literaria centrada en la novela negra. Es autora de una serie protagonizada por la inspectora María Anchieta, donde destacan obras como Robo en Sao Paulo, Asesinato en una playa de Londres y Secuestro en Hong Kong. Estas novelas se convirtieron en referentes del género dentro del archipiélago canario, destacándose por su ambientación internacional y su perspectiva femenina dentro del thriller policial.
Su compromiso con dar visibilidad a las mujeres dentro del ámbito literario fue constante. Impulsó iniciativas como La Literatura es Femenina y colectivos como GENERACIÓN i, cuyo objetivo era ofrecer espacio y voz a autoras canarias mientras promovía la igualdad de género en el sector cultural.
Casada con el arquitecto Fernando Menis, una figura destacada en el ámbito arquitectónico español, Xerach mantenía vínculos familiares con el expresidente del Gobierno canario Adán Martín, ya que era cuñada suya. Esta red familiar y profesional le permitió estar al frente de decisiones estratégicas relacionadas con cultura, patrimonio y desarrollo urbanístico en Canarias durante más de dos décadas.
Circunstancias alrededor de su muerte e impacto social
Las circunstancias exactas que rodean el fallecimiento de Dulce Xerach aún no han sido aclaradas públicamente. Fuentes oficiales han confirmado que ocurrió súbitamente mientras se encontraba sola en su habitación del hotel. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer lo sucedido; sin embargo, aún no se han hecho públicos los resultados ni se especula sobre hipótesis concretas.
Su muerte ha generado un fuerte impacto entre colegas y usuarios en redes sociales; donde rápidamente se convirtió en tendencia. El Círculo de Bellas Artes de Tenerife emitió un comunicado expresando: «El Círculo lamenta profundamente su partida pero celebra con gratitud su legado; dejando una huella luminosa no solo nuestra historia sino también en quienes tuvimos el privilegio compartir camino junto a ella» .
Reconocimientos perdurables
El impacto que tuvo Dulce Xerach va más allá de los cargos que ocupó o las instituciones donde trabajó. El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha declarado que «su muerte deja un vacío irreemplazable; fue una mujer profundamente comprometida con la cultura y el lenguaje» dentro del archipiélago. La comunidad cultural y política ha coincidido al resaltar su papel como impulsora de espacios dedicados a la creación y al debate, así como defensora incansable del patrimonio artístico e industrial canario.
El legado dejado por escritora y exdiputada, perdurará tanto en la cultura canaria como entre aquellos que tuvieron el honor conocerla: una profesional incansable dispuesta siempre a abrir nuevos caminos dentro del arte, literatura y gestión pública. Su figura se erige ahora como referente para quienes creen firmemente que la cultura tiene el poder para transformar realidades; mostrando así que el legado vital continúa más allá incluso después del adiós.
