Todo tiene un límite. La separación entre Toñi Moreno y la cantante Rosana ha salido a la luz este 9 de octubre de 2019 pero lo cierto es que se produjo hace ya más de un mes y medio, cuando la presentadora catalana, ahora embarazada de 6 meses, acababa de finalizar su primer trimestre.
Precisamente ese fue el momento en el que Toñi Moreno decidió introducir ciertos cambios en su vida, como mudarse a una casa más amplia.
Dejó el centro de Madrid y se trasladó a las afueras para ocupar (de alquiler) el mismo ático donde se refugió David Bustamante tras su ruptura con Paula Echevarría. Según ha desvelado la revista Lecturas, Toñi le planteó a Rosana dar un paso más en la relación y esta se negó.
Fuentes cercanas a la pareja han desvelado a informalia que la cuestión no es tan sencilla: Toñi le propuso a Rosana vivir juntas en su nuevo hogar y la canaria se negó porque aún comparte techo con su ex pareja, a la que no tiene intención de ‘abandonar’.
La catalana decidió entonces cortar la relación de raíz, ya que no solo han dejado de ser pareja sino también amigas.
El círculo más íntimo de la periodista afirma que lo ha está pasando realmente mal, pues no se había separado de Rosana desde que se conocieron en el plató de Viva la vida hace ya dos años.
Aunque Toñi afrontaba su maternidad en solitario, Rosana la acompañaba y la cuidaba, por lo que ha sido muy duro para Moreno continuar con su embarazo en solitario. Embarazada de seis meses, está previsto que su primera hija, Lola, venga al mundo a principios del próximo año.