Como siempre se ha dicho en España y es una verdad como un templo, ‘la paciencia tiene un límite’.
Y se agota hasta al más pintado.
Cruz Sánchez de Lara, mujer de Pedrojota Ramírez desde que hace dos años el antiguo director de ‘El Mundo’ e impulsor de ‘El Español’ pegara la espantada en casa y dejara plantada a Ágatha Ruiz de la Prada para -según sus propias palabras- ‘vivir intensamente la última etapa de su vida’, siempre ha exhibido el silencio como sutil arma de defensa ante los continuados ataques de la ex de su esposo.
Pero esta semana, la abogada acudió junto a su marido a la fiesta de Harper’s Bazaar, en el Palacio de Santoña de Madrid, y allí, cambiando de táctica y dejando patente que algo le ha picado recientemente y mucho, optó por sacudirle algún que otro zasca a la pesada Ruiz de la Prada.
En medio de la expectación por ver a la invitada estrella de la velada organizada por la revista de moda, Sharon Stone, algunos periodistas dejaron de apuntar sus micrófonos y sus cámaras hacia la protagonista de Instinto Básica para preguntar a Pedrojota y a la abogada qué tal les iba después de sus primeros dos años casados.

Pedrojota Ramírez y Cruz Sánchez.
En un alarde de cursilería digno de ‘Sálvame’, Cruz y Pedrojota pusieron cara de lelos y con voz emocionada, casi al alimón, hicieron gala de su amor y de la desbordante felicidad que les embarga desde que conviven como dos tortolitos.
«No hay nada más importante que el amor», afirmó sonriente Pedrojota, lo que apostilló en tono ya distinto Cruz Sánchez. con un somero:
«Hay que vivir y dejar vivir, que se ve muy poco eso últimamente».
Y a renglón seguido, la emprendió contra Ágatha Ruiz de la Prada: «Nosotros no dudamos nunca, sabíamos lo que hacíamos».
Salió al quite, en tono rosa y tirando de frase hecha, Pedrojota, quien añadió: «El amor siempre vence».

Pedrojota Ramírez y Agatha Ruiz de la Prada.
Pero la abogada había cogido un carretín y quería seguir: «Y a veces el silencio no significa tener menos razón, significa tener otra actitud ante la vida. Y la mía es la del silencio. Pero yo creo que hay que celebrarlo todo, el amor hay que celebrarlo en la intimidad».
Pedojota retornó al rescate, jugando a quinceañero a pesar de que tiene ya 67 años y dijo que estaba realmente muy enamorado:
«Cruz rs una mujer muy inteligente, muy atractiva, muy elegante, pero por encima de todo es una mujer muy idealista».