Se les ocurrió gritar «¡Viva España!» en El Fossar de les Moreres de Barcelona, en el mismo lugar donde fueron enterrados en 1714 los resistentes a las tropas borbónicas, y por poco no los linchan. Los independentistas estaban fuera de sí por tamaño ‘despropósito, y más en pleno 11 de septiembre de 2016, cuando amparados en las sombras de la noche celebraban en Barcelona su adorada Diada.
El hombre caminaba por el lugar junto a su mujer y su hija, y tuvo que poner pies en polvorosa ante la avalancha humana que empezó a perseguirles con aviesas intenciones mientras le increpaban llamándole «hijo puta» y otras lindezas, aunque en un alarde de valentía el aludido les lanzó un cariñoso «Os quiero».
El incidente, afortudamente, no pasó a mayores , y la familia se largó del lugar a la altura del paseo del Born.