No había antecedentes de violencia entre la pareja

La víctima del crimen de Pontons estuvo un año descuartizada en el congelador antes de ser enterrada

El detenido se encuentra en prisión provisional sin fianza tras confesar que mató a su mujer

La Guardia Civil
La Guardia Civil PD

Un hombre de 43 años fue enviado a prisión provisional sin fianza por presuntamente matar a su pareja, de 42, en verano de 2021. Así lo decidió el juzgado de guardia de Vilafranca del Penedès (Barcelona).

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) explicaba que el cadáver de la mujer fue encontrado enterrado en una finca del detenido en Pontons (Barcelona). El hombre ha confesado que la asesinó, la descuartizó y enterró su cuerpo. Un vecino habría alertado a las autoridades porque intuía desde hace meses que podría haber una persona enterrada en los terrenos del detenido.

No había antecedentes de violencia entre la pareja y la causa pasará a un juez de Barcelona porque en este caso la investigación corresponde a los juzgados más cercanos al domicilio de la víctima. Un hombre de Barcelona que llega a un pequeño pueblo y compra un trozo de bosque. El asesino decía que quería hacer una fosa aséptica, pero lo que hizo fue una especie de tumba, informó laSexta.

“A los vecinos les decía que iba a ser una fosa aséptica, para poner una caravana”. Lo que parecía que había en el terreno era una tumba, con flores aromáticas, pero era tan evidente que nadie daba crédito. Al final, Jorge, teniente de alcalde, logra que los agentes tomen cartas en el asunto. Y al levantar el terreno encontraron el cuerpo descuartizado de la pareja sentimental del hombre, una mujer de 42 años y a la que habría asesinado un año antes. El cuerpo de la mujer fue encontrado en varias bolsas de plástico a más de metro y medio de profundidad. Las pruebas forenses y de ADN revelaron que se trataba de la pareja sentimental del detenido, y la investigación sigue abierta.

En un comunicado, la Guardia Civil ha explicado que el Seprona empezó a investigar el caso a raíz de un “movimiento inusual” en la finca que les hizo sospechar que podía haberse producido un entierro ilegal de algún animal o una irregularidad medioambiental. Nadie pensaba en un asesinato. Sin embargo, y ante la posibilidad de que se tratara de un delito contra la integridad física de una persona, la Guardia Civil comunicó los hechos al Juzgado de Instrucción 4 de Vilafranca, que ordenó la inspección y excavación del lugar.

El alcalde de Pontons, Josep Tutusaus, ha explicado que hace un año algunos vecinos le trasladaron su inquietud por unos extraños movimientos de tierras en una parcela, asunto que el ayuntamiento y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se tomaron “muy en serio” y que ayudó a encontrar los restos de la última víctima de violencia machista en Cataluña. Ha querido subrayar este viernes que el teniente de alcalde Jorge Díaz se tomó el asunto “muy en serio” y aseguró tener “una corazonada” de que ahí ocurría alguna cosa extraña. Llamó la atención que el nuevo vecino hiciera un agujero tan profundo, de unos dos metros, y encima plantara lavanda y vallara la zona, algo completamente inusual. A partir de ahí, el asunto quedó en manos de la Guardia Civil y de la policía judicial hasta el pasado lunes, cuando les pidieron una máquina excavadora que permitió descubrir unos restos humanos. La mujer estuvo descuartizada dentro de un congelador durante un año antes de ser enterrada

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