Nacida en 1979 en Molina de Segura (Murcia), Encarna Hernández es licenciada en Periodismo, master en Estudios sobre la Unión Europea y diplomada de Estudios Avanzados en Ciencias de la Comunicación. Autora del libro Acercar Europa a los europeos: un reto vital (Euroeditions, 2008) y ponente en varios congresos y seminarios en temas relacionados con la UE, es también editora del blog Más Europa, un proyecto personal que fue premiado por la Comisión Europea en España como mejor blog de actualidad europea en 2011. Afiliada a UPyD desde 2009, ha sido miembro del Consejo Territorial en la Región de Murcia desde 2009 a 2014 y coordinadora del Consejo Local de Molina de Segura entre 2011 y 2014. También ha sido la concejal portavoz del partido en el Ayuntamiento de Molina de Segura esta pasada legislatura. De cara al congreso extraordinario de julio en UPyD, no pierde la esperanza. Con gran sensatez y espíritu constructivo, llama a huir de una imagen de división y a que la candidatura que resulte vencedora sepa integrar al resto de militantes que han apoyado otras opciones. “No más bajas”, clama. Un encargo que hace directamente a Irene Lozano, a quien apoyará.

¿Cómo valoras el resultado electoral de UPyD este 24-M?

El resultado ha sido desastroso, sin paliativos. Hemos desaparecido prácticamente del mapa regional y local, de todas las asambleas y ayuntamientos importantes, especialmente en la Comunidad de Madrid, y solo con escasas y honrosas excepciones como Segovia o Novelda. Nos vemos obligados a volver a hacer política fuera de las instituciones, pero en una situación creo que peor que antes de 2011, pues el partido está roto, con cada vez menos afiliados y con fuerzas políticas emergentes que han ocupado espacios políticos que en su momento abrimos nosotros: como el de la regeneración democrática, la lucha contra los privilegios políticos, el bipartidismo, etc.

En el caso concreto de mi ciudad, Molina de Segura, nos quedamos en un 4,70% del sufragio, con más de 1.400 votos, pero sin poder entrar en el reparto de escaños. Es una auténtica pena ver a políticos excepcionales y que han hecho un gran trabajo como David Ortega o Mayte Olalla quedarse fuera, aunque hayan intentado, como en nuestro caso en Murcia, luchar con todas nuestras fuerzas hasta el final.

Con este balance, ¿cómo llega el partido de cara al congreso extraordinario de julio?

Roto y partido en dos. Pero, milagrosamente, aún con personas que están dispuestas a intentar reflotarlo. Sería una pena tirar a la basura tanto trabajo, tanto capital humano y tantas buenas ideas. Yo dudo mucho que exista en este país otro partido que vaya a defender como UPyD lo ha hecho principios de regeneración democrática. Por eso merece la pena seguir e intentarlo, pero hay que cambiar muchas cosas; para empezar, que este proceso no suponga otra fractura interna (no podemos permitírnosla). Tenemos que demostrar la madurez democrática suficiente para afrontar esto con fuerza, determinación, pero también dejando a un lado rencillas personales, desconfianzas…

¿Alguien duda que los que seguimos aquí somos de UPyD al 100%? Así que suplico respeto a las opciones (distintas pero necesarias) desde las que cada uno de nosotros pensamos que son las mejores para recuperar UPyD. Desde hace mucho tiempo, hemos tenido el partido destripado en las redes sociales, a la vista de todos… Esto no puede volver a pasar ahora.

¿A quién apoyarás para la portavocía y por qué?

Creo que Irene Lozano es la persona capaz de volver a generar ilusión externa. Es una política valiente, que habla claro y que ha demostrado su compromiso con UPyD quedándose aquí (estoy segura de que no le habrán faltado ofertas más jugosas), haciendo campaña por toda España y apoyándonos, incluida la noche de la debacle electoral. Me gusta que Irene haya asumido esa responsabilidad, que no es poca, y confío en ella para esta labor, que es doble: renovar el liderazgo del partido y pacificarlo. Eso habrá de conseguirse con diálogo y consenso, teniendo en cuenta las opiniones de todos los que quieran aportar (y dialogar).

Ahora mismo hay, por así decirlo, varias “corrientes” o propuestas alternativas a la actual dirección, con personas muy válidas en todas ellas. Espero que sean capaces de dialogar y unir esfuerzos: eso es lo que yo espero como afiliada. Tengo claro que no apoyaré candidaturas cerradas a dialogar e integrar, como tampoco nada que suponga continuismo (y con esto me refiero a no asumir errores y ver solo los fantasmas fuera, que algo habrá, pero la culpa es nuestra por no hacer las cosas bien).

En definitiva, ojalá podamos tener una candidatura de consenso encabezada por Irene. Ese es mi deseo. Pero lo más importante es que ello no suponga que los que “pierdan” se vayan: aquí no sobra nadie y saber administrar una victoria es casi tan importante como saber asumir una derrota en el futuro inmediato.

¿Cuál crees que debe ser el papel de Rosa Díez ahora que se ha confirmado que no seguirá siendo la portavoz magenta?

A Rosa Díez le debemos mucho, ha sido nuestro “Ferrari” para arrancar este proyecto político desde cero. Durante muchos años, ha sido la política nacional mejor valorada. Eso no se borra de un plumazo, no podemos ser tan injustos. Creo que el paso del tiempo (como muchas veces ocurre) hará justicia con ella. Además, creo que Rosa podría seguir siendo un “faro” o “guía” en el futuro político de UPyD. Pero también habrá que preguntarse lo que ella quiere o no quiere ser; será su decisión, creo yo, más que nuestra.

¿Qué ha llevado a UPyD a interrumpir su crecimiento en el último año, tras las elecciones europeas de mayo de 2014?

A nivel de opinión pública, lo de Ciudadanos ha sido clave. No hemos sabido explicar por qué el proyecto de UPyD era diferente y necesario. No se ha gestionado bien este tema, nos sobró prepotencia y nos convertimos en un partido casi antipático. Luego está el trasvase de afiliados a Ciudadanos (o los muchos que se han ido a su casa). ¿Alguien puede pensar que un afiliado se va de un partido a otro si en su partido le tratan bien y está contento? Claro que no.
Aquí me gustaría citar el caso de Murcia, porque lo muestra a las claras. Se anularon los resultados de unas elecciones al Consejo Territorial, con una excusa inaudita, nombrando después una gestora que literalmente trató mal a los afiliados que habían apoyado esa candidatura alternativa. El resultado de esto es que ahora muchos miembros de esa candidatura son concejales e incluso diputados autonómicos por Ciudadanos. El pucherazo de Murcia le dio a Ciudadanos buena parte de su estructura orgánica hoy en la Región. Por ello, más que fantasmas y conspiraciones fuera, veamos los fantasmas de dentro, que no han sido pocos.

Mucha gente se ha ido enfadada de UPyD por la mala gestión interna. Ello, unido al declive de la imagen de Rosa Díez frente a nuevas caras muy potentes, nos ha acabado de matar. Cuesta imaginar que un partido que ha luchado contra la corrupción como UPyD haya acabado así. Pero, ojo, algunos echamos de menos en estos últimos meses más noticias relacionadas con la labor institucional, y menos de juzgados. Aunque es profundamente injusto, eso es algo para valorar.

¿Qué prioridades debería marcarse el Consejo de Dirección que salga del congreso extraordinario de julio para ilusionar a la ciudadanía y a sus propios militantes?

Refundar UPyD debe ser fundamentalmente saber diferenciarnos de otras opciones políticas, no diluirnos en ellas. En resumen: volver a saber vender UPyD. Hay un trabajo detrás impresionante, valores y principios que siguen estando vigentes entre las necesidades de la democracia española, y, por ello, hay posibilidades de hacerlo.
Otra prioridad debe ser el trato a la afiliación. Necesitamos protocolos para gestionar altas más rápidamente, un recibimiento, comunicación y formación adecuadas (también para las bajas, para saber por qué se van). La cuota de afiliación es un lastre, y hay que bajarla al menos el 50%.

Este Congreso para elegir Consejo Dirección creo que tiene que ser el primer paso para otro Congreso, a corto-medio plazo, dirigido a renovar el Consejo Político Nacional y los Estatutos internos. Para ello, garantizar la independencia de órganos como la Comisión Electoral o Garantías es fundamental.

¿UPyD puede volver a ocupar el espacio que un día tuvo y aspirar a ser una alternativa real en las elecciones generales de finales de año?

Vamos a ir justos de tiempo, pero desde luego que se puede intentar. Ello será posible con una renovación amplia, de caras, esquemas y comportamientos. Insisto en que hay un trabajo detrás que es valorado; ahora hay que saber venderlo. El liderazgo será fundamental también, y que sepamos integrar las diferencias: no más bajas, no más espantadas, aquí hacemos falta todos.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA