Aunque la fiebre de la correción política ha provocado una autentica demonización social de las bromas sobre temas siniestros, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Viena y publicado por la revista Cognitive Processing, defiende que la atracción por el humor negro es un efecto secundario de la inteligencia.
El estudio determinó que las personas que disfrutan el humor negro tendían a destacar en las pruebas que miden la inteligencia verbal y no verbal, a la vez que tenían más probabilidades de tener niveles más altos de educación.
SENTENCIA
- Un condenado a muerte está pasando su última noche en capilla. Recibe la visita del alcaide, quien se pone a dialogar amablemente con él.
-Bueno, ya sabes que a los condenados a muerte se les concede un último deseo. ¿Quieres alcohol?
-No, gracias.
-¿Cigarrillos quizá?.
-Tampoco.
-Bueno, di qué es lo que deseas.
-Me gustaría aprender el chino por correspondencia.
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