Son muchas las leyendas urbanas que circulan en Internet y que afectan a estrellas de fama mundial.
En concreto, se ha llegado a afirmar que Jennifer Lopez tiene suscrita una póliza para asegurar sus nalgas.
No es algo descabellado. En el cálculo de la póliza entrarían en juego cuestiones como sus hábitos alimentarios y de ejercicio.
A la hora de establecer una indemnización, es tener claros los ingresos que ese trasero -o las piernas de un futbolista o las manos de un pianista- genera.
Es decir, teniendo en cuenta las giras, la publicidad, los trabajos en televisión, etc podemos deducir que JLo gana en una año unos 50 millones de euros.
Por tanto, para que el seguro compensara una pérdida de ingresos en el caso de que esa preciosa parte del cuerpo sufriera un accidente que le impidiera seguir actuando como hasta ahora, serían unos 5 millones de euros lo que tendrían que darle.
No está mal.
Hija de un vigilante de seguridad y de una maestra de infantil, ambos puertorriqueños, jennifer comenzó a recibir clases de canto y baile a los cinco años.
Consciente de sus grandes dotes, quería convertirse una estrella. Por eso, tras un cameo en una película de adolescentes, se sentó frente a sus padres para decirles que dejaba los estudios… que lo que quería era ser actriz.
Así que con solo 16 años dejó el Bronx para instalarse en Manhattan, formarse en actuación, canto y baile y llamar a la puerta de todos los teatros y productoras. Tras algunos trabajos en televisión, no tardó en deslumbrar a Hollywood, con títulos como ‘Asalto al tren del dinero’ o ‘Anaconda’.
Aunque fue su actuación en ‘Selena’ la que supondría un antes y un después. La carrera de Jennifer era ya imparable.
En 2001, con su segundo disco y la película ‘Planes de boda’ consiguió su propio récord Guinness: fue la primera artista en tener un CD número uno en ventas y una película número uno en taquilla la misma semana.
