SALUD, DINERO Y AMOR

Chiste: el de la rubia cachonda que pide al médico ayuda para su marido

El mito de la “rubia tonta” tiene un origen relativamente reciente, asociado a actrices de Hollywood como Marilyn Monroe o Jayne Mansfield

Chica rubia
Chica rubia PD

Todos hemos escuchado algún chiste sobre rubias en el que no salen muy bien paradas: son tontas, superficiales y sólo les preocupa su belleza.

El mito de la “rubia tonta” tiene un origen relativamente reciente, asociado a actrices de Hollywood como Marilyn Monroe o Jayne Mansfield que, incluso, explotaron esta imagen.

Sin embargo, como explica la actriz y escritora Paula Yates en su libro ‘Blondes‘ el prejuicio contra las rubias puede tener un origen mucho más antiguo.

El dramaturgo griego Menandro (342 a.C – 292 a.C) usaba a las rubias en sus comedias para representar prácticamente los mismos papeles estereotipados de hoy en día.

“Ninguna mujer casta debe teñirse el pelo de rubio”, afirmaba en un poema.

El mito estaba tan arraigado que las prostitutas de la Antigua Roma se teñían el pelo de rubio para indicar cuál era su profesión.

Lo mismo ocurre con el mito de las mujeres pelirrojas, consideradas temperamentales y frías, cuando no directamente perturbadas desde tiempos inmemoriales.

CACHONDA

La rubia, que lleva ya una buena temporada casada y no lo cata, concluye que lo de su marido, estando ella lo buena que está, sólo puede ser un problema médico y opta, desesperada, por irse directamente a la clínica:
– Ayúdeme doctor… estoy ya desesperada y necesito algo que ponga a mi marido como un toro. 
El médico la mira muy serio y le dice:
-¡Bueno! Póngase a cuatro patas en la camilla que vamos a empezar por los cuernos…

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