Nunca hemos pretendido disfrazar a nadie sino favorecerla. Y al ser un equipo de hombre y mujer eso nos completa mucho
Una década en moda es como un siglo en el tiempo. Te obliga a innovar, renovar, sorprender año a año. Si además se trata de un sector que no estaba de moda en el momento en el que surgió ese esfuerzo creativo es aún mayo. Pero si no hablamos de una década sino de 25 años, los adjetivos se agolpan para recocer el mérito, valor, e identidad creativa de este tándem de diseñadores, Pablo y Mayaya, que son un referente mundial en sombrerería, que recibieron la llamada de la Casa Real para colocar sobre la cabeza de la entonces Princesa Letizia sus creaciones, y que sigue siendo clienta suya, y que han adornado egregias cabezas como las de las modelos Nieves Álvarez o Laura Ponte.
Las creaciones de Pablo y Mayaya que dieron la vuelta al mundo.
– Celebráis 25 años de sombrereros sacando una colección de moda. ¿Que tiene de especial esta colección?
– Es la primera que hacemos íntegramente de costura. Nosotros veníamos haciendo ropa a medida a clientes particulares desde hace años. Hicimos una breve incursión la temporada pasada en la Pasarela Pura Moda en las Carreras de Caballos de San Lúcar, pero esta es la primera completa. Será un desfile, el próximo día 18 en la Sala Concha Velasco del laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA) de Valladolid.
– ¿Y en cuánto a su moda? ¿Qué veremos?
– Mucho color: limas, magentas, azul océano, verde andaluz. En tejidos, cofrados, sedas, organzas, tul… La colección se llama Up Town y se inspira en los años cincuenta londinense. Habrá trajes muy de cóctel, con largos a mitad de pierna, marca mucho la silueta de la mujer, cadera y cintura: una línea muy femenina.
– La cabeza la conocéis muy bien, pero el cuerpo es mas complejo. ¿No os da vértigo?
– El vértigo y el miedo están siempre. Incluso en la cabeza después de 25 años. Y que lo haya es importante. Si te acomodas demasiado sería triste. Siempre hay que tener mucho respeto al trabajo. Pero volviendo a la pregunta, la cabeza es compleja, sí, porque en una parte tan pequeña y tan limitada físicamente, tienes que cambiar cada año. Nosotros lo hacemos temporada a temporada, y en eso es más complicado que el cuerpo, porque por así decir con él está todo inventado. Pero también es cierto que el cuerpo varía muchísimo más. Tienes que trabajar para todo tipo de mujer. Para la del día a día también, por su puesto, y habrá moda de ese tipo.
«La primera colección completa de costura ha sido por petición popular».
– ¿El salto a esta primera colección viene precedido de estos trabajos previos que lleváis realizando desde hace tiempo, no?
– Hacemos confección a medida a nuestras clientas. De hecho, cuando vienen nuestras clientas nos gusta hacerles el look completo de la cabeza a los pies. Todas tienen sus virtudes y sus defectillos que hay que tapar y virtudes que hay que resaltar. La primera colección ha sido por petición popular. Han sido nuestras mismas clientas que no encontraban nada en ropa y que les gustaba mucho lo que hacíamos para las cabezas. Nosotros de formación somos diseñadores de moda y hemos tenido que recordar y adaptarnos a lo estudiado hace años.
– ¿Y podremos ver pronto la propuesta de ropa del desfile?
– Desde luego. Se podrá encontrar en nuestro Taller-showroom de la Calle Bailén nº 4 9-A de Valladolid. Y en nuestra tienda Chapó junto a nuestros sombreros y tocados y las variedades que hemos incorporado para la cabeza para la calle y el día a día. En ambos sitios, además, hacemos confección personalizada de lo visto en la pasarela.
«Siempre procuramos innovar en formas y materiales».
– Mujeres muy conocidas por su estilo son clientas vuestras Nieves Álvarez, Carmen Lomana… ¿Cuál es la clave de vuestro éxito?
– La verdad es que no lo sé (risas). Nos decía un periodista en Londres hace un tiempo que teníamos un toque de feminidad característico, por los tonos que utilizamos -que los hacemos nosotros a mano-. Además, siempre procuramos innovar en formas y materiales. Pero nunca hemos pretendido disfrazar a nadie sino favorecerla. Y al ser un equipo de hombre y mujer eso nos completa mucho.
– Haber conseguido que La reina lleve alguno de vuestros sombreros, ¿es lo máximo que se puede conseguir?
– Le hemos puesto varios sombreros y tocados. Y sí. Socialmente no puedes aspirar a más. Es un reconocimiento que personas que pueden escoger lo que quieran se queden contigo. Y a nosotros nos escogieron directamente desde la Casa Real.