Estremecedor. Lauren Wall es una joven británica que, ni en sus peores pesadillas, podía imaginar el infierno que le esperaba tras su boda.
Una ceremonia por todo lo alto con su novio desde hacía varios años, Paul White. Un enlace que significó el comienzo de una historia que supera a la de cualquier película.
El caso ha sido revelado por el periódico británico “The Mirror” y ha provocado un gran impacto en el país.
Lauren y Paul contrajeron matrimonio en una ceremonia donde no faltó ni un detalle. Una boda que costó 15.000 libras (casi 18.000 euros) y de la que se hizo cargo de forma íntegra Julie, la madre de Lauren.
A modo de agradecimiento, Lauren invitó a su madre a la luna de miel.
Una decisión que poco después descubrió que había sido un gran error.
Durante el viaje saltó una chispa entre su marido y su madre y, solo ocho semanas después, Paul dejó plantada a Lauren y se marchó a vivir con la que por entonces todavía era su suegra.
A los nueve meses llegó el primer hijo de la pareja.
“Paul se llevaba muy bien con mi madre, pero nunca me pareció extraño ya que ella era su suegra y él solo intentaba ser amable”, asegura Lauren Wall en la entrevista publicada por The Mirror.
Fue una hermana de Lauren la que descubrió el ‘pastel’. Revisando el teléfono móvil de su madre leyó los mensajes que se mandaban Julie y Paul.
“No podía creer que las dos personas que amaba y en las que más confiaba en el mundo pudieran traicionarme así. Está enferma. Es una de las peores cosas que una madre puede hacerle a una hija. Puede que Paul haya sido un mal novio, pero ella es mi madre. Ella debe amarme y protegerme por encima de todos los demás. En cambio, ella robó a mi esposo, destrozando a mi familia y mis sueños. Por eso, nunca la perdonaré”.
La joven apenas mantiene el contacto con su madre, que trabaja en servicios infantiles y que sigue casada con su exyerno.
Lauren ha logrado seguir adelante y recientemente ha encontrado un nueva pareja. Pero ella admite que su camino no ha sido fácil.
“Lo que sucedió todavía tiene un impacto en mí y en cualquier relación que haya tenido. Me dará problemas de confianza por el resto de mi vida. El tiempo es un gran sanador, y mamá y yo hemos tratado de tener una relación normal. Pero nunca estaremos tan cerca como lo estuvimos, y nunca volveré a confiar plenamente en ella “.