Practicar turismo rural no significa perder de vista la playa. En nuestro país, dotado de 4.432 km de costa (8.837 km incluyendo costas no peninsulares), 1.800 alojamientos rurales se diseminan frente al mar. De entre todos ellos, Escapadarural.com ha seleccionado diez propuestas para disfrutar de una escapada campestre a orillas del Cantábrico o del Mediterráneo.
Agroturismo Santa Klara, en Guipúzcoa.
«No me lo puedo creer, era de verdad». Esta es la frase que más oye la propietaria del Agroturismo Santa Klara en cuanto sus clientes bajan del coche. El paisaje es exquisito, algo parecido a un sueño, entre el mar y la montaña, sobre los acantilados del biotipo protegido Deba-Zumaia, en Guipúzcoa. Los días claros incluso puedes llegar a ver la costa francesa. Y al abrir la ventana de sus habitaciones también se abren múltiples posibilidades acuáticas para el viajero: windsurf, vela, surf, piragüismo, pesca, buceo y paseos en barco.
Foto: Agroturismo Santa Klara (Fuente: Escapadarural.com).
Casa Luz de Aldán, en Pontevedra.
Bienvenidos a la casita en la playa, a la estampa de la película romántica, envuelta por un bosque espeso y un murmullo de olas. Así es la Casa Luz de Aldán, en la península de Cangas del Morrazo, Pontevedra. Este alojamiento no tiene una, sino dos playas a sus pies: por un lado la de Francón; por el otro, la de Areacova. Además, la casa está rodeada por una amplia finca de 1000 m2, cuya zona ajardinada invita al descanso en sus tumbonas o a disfrutar de tranquilos almuerzos al aire libre.
Foto: Casa Luz de Aldán (Fuente: Escapadarural.com).
Finca Agroturismo S’Olivar, en Mallorca.
S’Olivar se eleva en la montaña, frente a los acantilados de la zona sur de la Serra de Tramuntana, en Estellencs (Mallorca). La zona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es sin duda el lugar ideal para acoger esta antigua finca agrícola de 60 km2. El establecimiento está dotado de dos casas rurales amplias y dos ermitas reconvertidas a alojamiento para escapadas románticas. Los caminos de montaña con olor a mar se entremezclan con jardines o bancales de piedra, se funden con la vista de los olivos centenarios o frutales, y se integran entre valles y acantilados.
Foto: Finca Agroturismo S’Olivar (Fuente: Escapadarural.com).
El Alloral de Llanes, en Asturias.
Desde El Alloral de Llanes, un complejo de apartamentos rurales en Asturias, se puede acceder con una caminata breve a cuatro playas, entre ellas la curiosa playa de Gulpiyuri, que aparece y desaparece. La Senda Costera pasa por delante del alojamiento, un atractivo recorrido para empequeñecerse con la contemplación de los acantilados y el océano. Construidos con un estilo tradicional asturiano, los alojamientos del Alloral de Llanes ofrecen todo lo necesario para el descanso y la tranquilidad, además de una deliciosa propuesta culinaria.
Foto: El Alloral de Llanes (Fuente: Escapadarural.com).
Usotegi, en Guipúzcoa.
Muy cerca de Zumaia se eleva el alojamiento Usotegi, en Getaria (Guipúzcoa). Se trata de un caserío típicamente vasco, rodeado de viñedos de Txakolí y dominado por la panorámica del Cantábrico. El paisaje, siendo importantísimo y espectacular, no lo es todo: el emplazamiento de Usotegi ofrece la oportunidad de sumergirse en una auténtica villa marinera, de gran tradición gastronómica, playas y actividades náuticas.
Foto: Usotegi (Fuente: Escapadarural.com).
Cortijo La Joya de Cabo de Gata, en Almería.
El Cortijo La Joya, situado en el Parque Natural del Cabo de Gata, es un milagro en el desierto de Almería. El viajero tiene una hectárea para perderse, en la que se encuentran sus dos cortijos y una haymah. De la haymah del Caid llegan los ecos, sabores, olores y tejidos del pasado árabe que dominó el territorio durante la Edad Media. Los dos cortijos, también inspirados en el mestizaje árabe, lo tienen todo para una estancia inolvidable: jacuzzi, piscina y una cercana playa accesible para completar la mejor escapada al Sur.
Foto: Cortijo La Joya de Cabo de Gata (Fuente: Escapadarural.com).
Casas rurales Illetas, en Formentera.
¿Qué mejor sitio para un verano rural que la isla de las islas? Nos referimos al lugar con más playas que territorio cultivado: Formentera, un paraíso. La Casa rural Illetas se encuentra entre l’Estany Pudent y les Salines d’en Marroig, en territorio natural protegido. Simples, sobrias, blancas… estos alojamientos son la síntesis de la filosofía mediterránea, un complejo de 15 casitas, las antiguas Casas de La Salinera, sin grandes lujos y con todo lo necesario para la vida contemplativa.
Foto: Casas rurales Illetas (Fuente: Escapadarural.com).
Hotel Posada La Robleda, en Cantabria.
Este alojamiento se sitúa en uno de los enclaves costeros más espectaculares del país y en una ubicación estratégica para visitar los principales atractivos turísticos de la provincia: Cabárceno, Picos de Europa, Cueva del Soplao… El Hotel Posada La Robleda se encuentra en Arnuero, localidad donde se ubica el Ecoparque de Trasmiera, que alberga seis de las playas más espectaculares del cantábrico. El establecimiento emula el estilo de las casas blasonadas de la zona y una estancia en el mismo permite al viajero disfrutar de una finca de 3.500 m2 con un porche y jardín en los que relajarse. Además, los amantes de las aves podrán visitar parajes seleccionados como reservas naturales en Las Marismas de Santoña y Arnuero. Pero si lo que uno busca es el contacto con la vida local, también se trata del lugar idóneo para conocer la oferta gastronómica y de ocio de la zona.
Foto: Hotel Posada La Robleda (Fuente: Escapadarural.com).
Casonas de Marengo, en Tenerife.
Cualquiera de las seis Casonas de Marengo, en una finca de 30.000 m2 situada a las afueras de Icod de Los Vinos, en Tenerife, se nos antojan el mejor sitio para perderse. Una de ellas incluso tiene un dormitorio de estilo señorial Luis XV con bañera de hidromasaje, que se complementa con unas fantásticas vistas al mar y al Teide. Además, este establecimiento se encuentra cerca de la playa de San Marcos, del Gran Golf de Buenavista y del Drago Milenario, el ejemplar más grande y longevo que se conoce en el mundo de este tipo de árboles.
Foto: Casonas del Marengo (Fuente: Escapadarural.com).
Torre de Laxe, en A Coruña.
En plena costa da Morte, a 3 km de la playa de Laxe, se encuentra este hotel rústico cuyo edificio principal está catalogado como Patrimonio Cultural de Galicia. A torre de Laxe se construyó en 1934, pero ha sido restaurado en 2010 insuflando un aire colonial a sus estancias. Alojarse aquí es una experiencia exquisita en todos sus detalles, desde dormir entre sábanas de hilo con bordados artesanos hasta desayunar en su terraza saboreando los mejores productos caseros.
Foto: Torre de Laxe (Fuente: Escapadarural.com).
