El sector turístico español se prepara para una nueva temporada turística veraniega en niveles recórds tras superar la parte más dura de la pandemia. Su principal mercado seguirá siendo el Reino Unido, que representa una esperanza para el sector turístico español ante el descenso de la visita de los turistas rusos tras la invasión de Ucrania.
Durante 2019 y antes de llegada de la Covid-19, alrededor de 1,3 millones de visitantes rusos pasaron sus vacaciones en España. Una cifra que se ha visto reducida por la pandemia y que este año vuelve a sufrir una ralentización por el conflicto internacional abierto entre Rusia y Ucrania.
La gran esperanza está puesta en el turismo británico, primer mercado de visitantes de España, que en 2021 recibió 4,3 millones, una cifra aún lejana a los 18 millones que nos visitaban antes de la crisis sanitaria.
Recuperar el volumen de viajeros previo a la pandemia es por tanto uno de los mayores desafíos para la recuperación de la economía española.
«En 2022 los turistas británicos pueden viajar a nuestro país sin restricciones por lo que esperamos que compensen el déficit de turismo de otros mercados», explicó Alberto Peris, director ejecutivo y socio fundador de CESAE Business & Tourism School, que señala que «para llegar a las cifras de 2019 es vital que los británicos elijan España como su destino vacacional».
Todo esto en un escenario en el que las previsiones para 2022 prometían alcanzar los niveles de 2019 en muchos aspectos, cuando el sector suponía el 12,4% del PIB, una cifra que podría volver a gracias al turismo MICE, el fin de los ERTEs y la reincorporación de los profesionales turísticos, la vuelta de las agendas de ocio y cultura a las ciudades y del turismo religioso, y al turismo nacional.
En este sentido, Peris destaca que «el turismo nacional jugará un papel absolutamente crucial este verano, para compensar esos huecos que todavía el turismo extranjero va a dejar sin rellenar en la recuperación global del sector».
La balanza turística muestra que los españoles se volverán a decantar este año por el turismo nacional frente al internacional, con el ‘sol y playa’ de costas e islas como destino favorito, seguido de cerca por otros destinos urbanos o rurales de interior.
Más allá de esto, un dato que ofrece optimismo a los profesionales del sector es que el gasto turístico de los británicos, así como de los visitantes procedentes de Alemania y Francia, ya ha superado los niveles previos a la pandemia cuando el verano ni siquiera ha comenzado.
Un reciente estudio de Hilton señala que los turistas británicos tienen previsto realizar grandes vacaciones en familia este 2022 y prevén gastar 1.246 libras esterlinas (1.460 euros) por persona, superando en un 34% el presupuesto pre-pandemia.
«Esto supone que la prevalencia del turismo nacional no será óbice para que turistas británicos y franceses, según todas las previsiones hoteleras, superen los niveles previos a la pandemia con importantes aumentos en los presupuestos de gasto. Esto, entre otras cosas, puede amortiguar el impacto negativo que va a suponer la ausencia de turistas de otros países, sobre todo de los visitantes rusos y chinos, y, en definitiva, continuar acercándonos a las cifras de visitantes extranjeros de 2019», apunta Alberto Peris.
Lo cierto es que 2022 y 2023 serán fundamentales para determinar la capacidad de mantener el liderazgo español en el sector turístico y será necesario que España esté bien capacitada para seguir siendo un referente a nivel mundial.