TURISMO Y VIVIENDA EN TENSIÓN CONSTANTE

¿Cuántos turistas caben en España?

España espera 100 millones de turistas en 2025, batiendo récords y reavivando el debate sobre sostenibilidad y calidad de vida

La repleta Playa de Levante en Benidorm
La repleta Playa de Levante en Benidorm. PD

Las cifras hablan por sí solas: España se prepara para recibir en 2025 hasta 100 millones de turistas internacionales, una marca histórica que supera todos los registros anteriores.

Este dato no solo sitúa al país como uno de los destinos más codiciados del mundo, sino que también abre un debate profundo sobre los límites del modelo turístico y su impacto en la vida cotidiana de quienes residen en ciudades y enclaves turísticos.

El turismo se ha convertido en uno de los grandes motores de la economía española, aportando en 2024 más del 15% del PIB y generando casi tres millones de empleos directos.

Las previsiones para 2025 apuntan a que el gasto de los visitantes internacionales podría alcanzar los 135.800 millones de euros, un 4% más que el año pasado.

Pese al optimismo de los datos económicos, la pregunta que muchos se hacen es: ¿cuántos turistas caben realmente en España? El récord de visitantes, lejos de ser solo motivo de celebración, ha puesto en evidencia algunas de las tensiones más palpables en la vida urbana y social del país.

  • Crecimiento continuo: En los primeros cinco meses de 2025, España ya había recibido 35 millones de visitantes, un 5,5% más que en el mismo periodo de 2024.
  • Principales mercados emisores: El Reino Unido sigue liderando las llegadas, seguido de Francia y Alemania. Sin embargo, hay una tendencia al alza de turistas procedentes de Portugal y otros países fuera del núcleo europeo.
  • Diversificación geográfica: Si bien destinos clásicos como Barcelona, Madrid o Baleares siguen siendo imanes turísticos, crecen las visitas a ciudades medias y zonas rurales, en parte por la saturación de los enclaves tradicionales.

Este crecimiento, aunque positivo para la economía, provoca una presión creciente sobre infraestructuras, servicios públicos y, especialmente, el mercado de la vivienda. El auge del alquiler turístico ha transformado el tejido urbano, expulsando en ocasiones a los residentes de barrios históricos y elevando los precios del alquiler a niveles récord.

Vivienda: el gran campo de batalla urbano

La relación entre turismo y vivienda se ha convertido en el epicentro de la tensión social en muchas ciudades españolas. El incremento de pisos turísticos y la especulación inmobiliaria han provocado un alza generalizada de los precios, dificultando el acceso a la vivienda para los residentes locales:

  • Un aumento del 10% en la densidad de pisos turísticos eleva el precio del alquiler en 3,29 €/m² de media.
  • En barrios donde más del 10% del parque inmobiliario se destina a uso turístico, los precios de renta se sitúan entre un 31% y un 33% por encima de los barrios residenciales equivalentes.
  • En 2025, se prevé que el precio de la vivienda suba más de un 10% en el 58% de los municipios españoles de más de 25.000 habitantes, con especial incidencia en destinos turísticos.

Barcelona es el ejemplo más visible de esta tensión: el ayuntamiento ha anunciado la eliminación progresiva de todos los pisos turísticos antes de 2028, lo que podría devolver unas 10.000 viviendas al mercado residencial. Además, el Gobierno central ha intensificado la lucha contra los alquileres ilegales y ha endurecido la fiscalidad para compradores extranjeros no comunitarios.

La respuesta social: protestas y nuevas políticas

El malestar ciudadano se ha hecho visible en protestas multitudinarias en ciudades como Barcelona, Palma, Granada o San Sebastián, donde miles de vecinos han exigido límites al turismo y una regulación más estricta del mercado de la vivienda. Las manifestaciones, muchas veces simbólicas (como el uso de pistolas de agua para rociar turistas), reflejan la creciente preocupación por la pérdida de identidad local y la transformación de barrios en parques temáticos para visitantes.

Frente a esta presión, las administraciones han empezado a tomar medidas:

  • Retirada de más de 65.000 anuncios ilegales de alquiler turístico en plataformas como Airbnb.
  • Reforzamiento de la normativa sobre alquileres de corta duración.
  • Incentivos para la reconversión de pisos turísticos en vivienda habitual.
  • Planes municipales para limitar el crecimiento de nuevas plazas hoteleras y turísticas.

El debate de fondo: sostenibilidad y futuro del modelo turístico

El récord de turistas y el crecimiento del sector plantean un reto de fondo: cómo compatibilizar el atractivo internacional de España con la calidad de vida de sus ciudadanos y la sostenibilidad de sus ciudades. El modelo actual, basado en el turismo de masas, genera empleo y riqueza, pero también amenaza la cohesión social y la accesibilidad a la vivienda.

La clave, según los expertos, pasa por:

  • Diversificar la oferta turística, apostando por destinos menos saturados y productos de mayor valor añadido.
  • Fomentar un turismo sostenible, que respete el entorno y la vida local.
  • Mejorar la coordinación entre administraciones para equilibrar intereses económicos y sociales.
  • Reforzar la inversión en infraestructuras y servicios para evitar la sobrecarga de los destinos más populares.

El debate sobre cuántos turistas caben en España no es solo una cuestión de cifras, sino de modelo de país y de convivencia. Las decisiones que se tomen en los próximos años marcarán el futuro de las ciudades, la economía y el bienestar de millones de personas.

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