A comienzos de este mes, el crucero turístico de lujo RCGS Resolute, de bandera portuguesa, debía emprender un viaje rumbo a la Antártida. Sin embargo, una demanda hizo que quedara anclado en el puerto de Buenos Aires, de donde todavía no pudo salir, publicaron medios locales, según recoge rt y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.
El barco debió haber zarpado el 1 de este mes rumbo a Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego, en el sur de Argentina, desde donde seguiría su camino. No obstante, un abogado argentino, en representación de empresas de Dinamarca que le habían cargado combustible, realizó la presentación por falta de pago. En consecuencia, la Justicia ordenó que el buque no abandonara el puerto.
Según se indicó, el rojo de la compañía canadiense One Ocean Expeditions (OOE), que organizó el viaje, alcanzaría los «siete dígitos en dólares».
Frente a esta situación, los pasajeros, que habían abonado más de 20.000 dólares por la travesía a la Antártida, debieron abandonar el crucero y fueron repatriados, mientras que la tripulación, que pertenece a una compañía alemana, continúa a bordo.
El descargo
Tras la presentación de la demanda en su contra, OOE emitió un comunicado en el que explicó que los problemas comenzaron cuando dos de sus tres barcos fueron retirados de manera repentina por sus propietarios rusos.
«Desafortunadamente, la difícil realidad es que en los últimos meses no hemos estado a la altura de las altas expectativas que nos fijamos como líderes en la industria de cruceros de expedición», señalaron, agregando que, como resultado de ese «incumplimiento de contrato», la empresa «ahora se encuentra en un período difícil de reestructuración».
De acuerdo con los medios locales, el barco no será liberado hasta que la deuda esté saldada y ante la ausencia de responsables de OOE, el dueño del crucero debería hacerse cargo de los pagos.
