«Siria se quedó sin ni siquiera un dólar. Todos los ingresos del régimen de Assad procedían del tráfico de drogas» es el nombre de un articulo escrito por DORON PASKIN y publicado en EPOCH

«El derrocamiento del régimen de Assad pone sobre la mesa la cuestión de la reconstrucción de la economía siria después de 14 años de guerra y la coloca en la agenda regional y global. La reconstrucción de Siria es un interés global, ya que puede fortalecer la estabilidad geopolítica, reducir el problema de los refugiados sirios en los países vecinos y en Europa, aliviando así la carga económica que se les impone.

Uno de los principales problemas en el camino hacia la reconstrucción de Siria es la falta de datos suficientes, fiables y precisos que permitan preparar planes de reconstrucción detallados, incluida la evaluación de los costes de financiación y el tiempo necesario. La recopilación de estos datos será uno de los desafíos más importantes del nuevo gobierno en Siria, que deberá utilizar factores internacionales para procesar los datos y, en consecuencia, preparar los planes de rehabilitación según los distintos sectores.

Lo que está claro incluso antes de la cuidadosa recopilación de datos es que el régimen de Assad ha dejado atrás una «tierra arrasada» económica. La semana pasada, Ahmed al-Shara (Al-Jolani), el nuevo líder de Siria, comentó esto cuando dijo: «Nos apoderamos de Siria y se quedó sin ni siquiera un dólar. Todos los ingresos del régimen de Assad procedían de la tráfico de drogas y fue transferido a ciudadanos sirios en el extranjero. No tomamos el control de Siria cuando estaba en el punto cero, sino cuando estaba bajo cero».

El sombrío panorama de la situación que Al-Jolani describe respecto de la economía siria también está respaldado por evaluaciones internacionales publicadas en los últimos años. La guerra civil, las sanciones occidentales y la corrupción del régimen de Assad han causado graves daños a la economía siria durante los últimos 14 años.

El valor de la economía siria ascendió a 67.500 millones de dólares en 2011, el mismo año en que estalló la rebelión contra el régimen de Assad, que más tarde desembocó en una guerra civil sangrienta y total. El año pasado, el valor de la economía se contrajo un 85% con respecto a 2011 y alcanzó sólo 9 mil millones de dólares, según estimaciones del Banco Mundial, citadas en un artículo publicado el 12 de diciembre por el sitio de noticias alemán Deutsche Welle.

La guerra destruyó la infraestructura física del país y causó daños duraderos a las redes de electricidad, agua y transporte, así como a los sistemas de salud. Varias ciudades, como Alepo (considerada el centro comercial de Siria), Raqqa y Homs, quedaron completamente destruidas en algunas partes.

La guerra también provocó el colapso de la moneda (la libra siria) y una espiral inflacionaria. En un informe publicado por el «Centro Sirio de Estudios Políticos», un organismo de investigación considerado confiable sobre lo que está sucediendo en Siria, en junio de 2024, se afirmó que la inflación en 2023 se duplicó con respecto al año anterior, alcanzando el 400% en comparación. al 185% en 2022. Según el informe, más de la mitad de los sirios vivían en condiciones de pobreza extrema, sin posibilidad de obtener alimentos básicos.

Parte de la razón de esto radica en el hecho de que el sector agrícola sirio, que hasta antes de la guerra aportaba alrededor del 25% del PIB sirio, resultó gravemente dañado. Otro sector, el petróleo, que era uno de los principales pilares de la economía siria antes de la guerra, dejó de operar casi por completo, tanto por los combates como por las sanciones internacionales que prohibían la exportación de petróleo sirio.

A falta de datos precisos, en los últimos años los expertos han hecho estimaciones según las cuales el coste de la reconstrucción de Siria alcanzará al menos 250 mil millones de dólares. La mayoría de las estimaciones indican que se necesitará al menos una década para reconstruir la economía siria, siempre que la situación de seguridad permita operaciones de reconstrucción ininterrumpidas.

El economista sirio Dr. Jalal Fayyad, del departamento de economía de la Universidad de Qatar, fue entrevistado el 9 de diciembre por la red saudí Al-Arabiya y estimó que el coste de la reconstrucción en Siria alcanzará más de 300 mil millones de dólares. El período actual es un período para restaurar la confianza en la economía siria, mediante el restablecimiento de la seguridad y la estabilidad política.

«Este será el título de la fase actual, en la que se debe reconstruir la confianza en el tejido social sirio y se deben restaurar las instituciones estatales básicas relacionadas con la educación, la salud y la infraestructura».

Además de la restauración de la confianza de la que habló Fayyad, un paso importante en el camino hacia la restauración de Siria será el levantamiento de las sanciones contra el país. En este momento, la comunidad internacional, con especial énfasis en Estados Unidos y Europa, no tiene prisa por levantar las sanciones hasta que quede clara cuál es la política que Al-Jolani pretende para la «nueva Siria».

Parece que la decisión al respecto tardará al menos varias semanas. Delaney Simon, analista senior del «International Crisis Group» (ICG), un instituto de investigación con sede en Bélgica, escribió el 9 de diciembre en su cuenta X que Siria es «uno de los países más severamente sancionados del mundo». Añadió que abandonar el status quo sería como «quitarle la alfombra a Siria justo cuando está tratando de mantenerse en pie».

El levantamiento de las sanciones es fundamental porque Siria no tiene los recursos necesarios para financiar la reconstrucción ni todas las capacidades necesarias para hacerlo. Por tanto, tendrá que depender del apoyo externo. Si el proceso de reconstrucción se lleva a cabo, puede tener un efecto positivo en todo Oriente Medio y, en particular, en los países vecinos de Siria.

Uno de los países candidatos que se beneficiará financieramente de manera significativa si el proceso de reconstrucción comienza a cobrar impulso es Turquía. La organización de Al-Jolani, «Hayat Tahrir al-Sham», que fue la fuerza principal en el derrocamiento del régimen de Assad, está políticamente obligada a Turquía, que le proporcionó asistencia durante meses, a equiparse y organizarse para el ataque contra Assad. régimen a finales de noviembre.

Más allá del compromiso político y la cercanía, Turquía se encuentra en una posición significativamente ventajosa en comparación con otros países en lo que respecta a la reconstrucción de Siria. Su proximidad geográfica a Siria le otorga el potencial de ser un centro logístico para el transporte de materias primas y bienes necesarios para las obras de reconstrucción. Además, Turquía disfruta de ventajas económicas adicionales, gracias a la existencia de empresas turcas líderes en campos como la contratación, los materiales de construcción, el transporte, la alimentación, etc., lo que la sitúa en una posición sólida en comparación con otros países de la región.

Según un informe de NPR, la red de radio pública estadounidense, los nuevos líderes sirios tendrán que depender de Turquía para establecer su gobierno, mediante el establecimiento de instituciones y el suministro de recursos esenciales como agua y electricidad.

El informe indica que se espera que las empresas constructoras turcas, que han adquirido experiencia en grandes proyectos de construcción en los países del Golfo y en África, desempeñen un papel central en la reconstrucción de Siria. Una señal de esta confianza se puede encontrar en lo que NPR cita a Maljolani, quien dijo: «Confiamos en que Turquía transfiera su experiencia en desarrollo económico a Siria».

El informe indica que los refugiados sirios en Turquía, que las autoridades de Ankara calificaron durante años como una carga económica, se están convirtiendo ahora en un activo económico. «Muchos de ellos ahora hablan turco con fluidez y tienen negocios y otros vínculos con Turquía, lo que podría ser otro medio de influencia para el gobierno turco, si regresan a Siria», dice el informe’